El célebre equilibrista Nik Wallenda anunció hace unos días en sus redes sociales que cruzará sobre una cuerda el cráter principal del volcán Masaya, uno de los pocos en el mundo que cuenta con un lago de lava expuesto. Casi de inmediato, la dictadura orteguista lo anunció con bombos y platillos a través del Instituto nicaragüense de Turismo (Intur) como el «evento del año».
Wallenda, acróbata reconocido por sus hazañas con la cuerda floja, anunció que realizará la caminata más larga; 1800 pies de largo, por encima del Volcán Masaya el próximo cuatro de marzo.
» Es, de lejos, la caminata más peligrosa que he intentado jamás y eso, por sí solo, la hace muy intimidante», afirmó Wallenda en diferentes medios de comunicación.
El acto del acróbata «Volcano Live! with Nik Wallenda» será transmitido como un especial de dos horas por la cadena ABC.
Tras anunciarse el acto de Wallenda, el régimen no perdió tiempo en ensalzar el nombre del acróbata y decir que están «encantados de poder mostrar Nicaragua a través de una ambiciosa caminata».
FALSA NORMALIDAD
Desde los primeros días de 2020 el régimen ha intensificado su estrategia por atraer turistas al país. La ministra de turismo, Anasha Campbell, ha realizado viajes a Cuba a “intercambiar” estrategias en materia de turismo. Han realizado ferias en los diferentes centro recreativos de la capital. Sin embargo, organismos internacionales han contrastado esa imagen y han denunciado las constantes violaciones a los derechos humanos y el estado de sitio que viven muchos nicaragüenses opositores.
Aunque el régimen habla del “reposicionamiento” de Nicaragua como destino turístico, contemplando los ejes de “promoción” y la realización de unos 800 eventos de “animación turística”, las cifras no son nada alentadoras.
Las cifras oficiales del Instituto de Turismo (INTUR) de 2018 revelan que 1,255,556 visitó Nicaragua, reflejando una caída del -29.7 por ciento frente a los resultados de 2017. Mientras que la Cámara de Turismo de Nicaragua (CANATUR) señaló en sus datos de 2018 que el número de visitantes solo alcanzó 975,000 personas, es decir, un descenso del 45 por ciento frente a 2017.
Según un estudio sobre la situación de las Pymes turísticas de Nicaragua, publicado por la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Social (Funides), el sector turismo es uno de los más afectados por la crisis sociopolítica que inició en abril 2018.
El estudio del Funides revela que, aunque las pymes están resistiendo, se han hecho “más pequeñas”, tienen ventas menores a 2017, les afecta más los costos de energía e impuestos, casi la mitad tiene dificultad para pagar sus obligaciones y no están adquiriendo nuevas deudas por temor a no pagarlas.
Foto principal: Tomada de la NBC.NEWS