El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) señaló este miércoles que la presentación del Gobierno de Nicaragua ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU estuvo cargada de «cinismo, contradicciones y afirmaciones muy graves».
«Es una vergüenza el cinismo (del Gobierno de Nicaragua), presentó un informe de puras mentiras en su primera intervención, y en la segunda asumió el discurso agresivo, criminalizador (de las protestas), descalificador de la población», dijo a Efe la presidenta del Cenidh, Vilma Núñez.
En su exposición, el vicecanciller nicaragüense Valdrack Jaentschke, destacó que Nicaragua es un país seguro en el que se respetan los derechos humanos, negó que haya periodistas presos por brindar información que es incómoda para el Gobierno, y sostuvo que la crisis se debe a un intento de «golpe de Estado» fallido, unas afirmaciones que fueron rechazadas por el CENIDH.
Núñez agregó que Jaentschke «entró en contradicciones, porque por un lado dijo que Nicaragua es el país más seguro, y por otro lado dijo que está lleno de terroristas».
La activista destacó que el vicecanciller en su exposición «hizo afirmaciones muy graves, como decir que no van a adelantar las elecciones (de 2021), prácticamente está diciéndole a la OEA ‘váyanse de aquí'», según Núñez, en alusión a que la Organización de Estados Americanos (OEA) elabora un calendario para encontrar una solución electoral a la crisis.
Países miembros del Consejo de Derechos Humanos de la ONU pidieron este miércoles al Gobierno de Nicaragua que inicie un proceso electoral con observadores internacionales para poner fin a la represión que se vive en el país desde las protestas antigubernamentales iniciadas en abril de 2018.
En la revisión periódica universal de la situación de los derechos humanos en Nicaragua, representantes de países como Francia o Japón recomendaron al gobierno nicaragüense que inicie «un proceso que permita la celebración de elecciones libres con observación internacional».
En sus declaraciones a Acan-Efe, Núñez señaló que el vicecanciller nicaragüense «descalificó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), a pesar de que casi todos los países le pidieron que volvieran los organismos internacionales de derechos humanos a trabajar en Nicaragua».
Esta activista reconocida entre los defensores de derechos humanos a nivel internacional, advirtió que el Gobierno de Nicaragua «no toma en cuenta que los demás países están plenamente informados de lo que ocurre» en el país centroamericano.
De cualquier manera, afirmó, Nicaragua deberá mostrar si tiene «verdadera voluntad» de solucionar la crisis el próximo viernes, cuando exponga ante el Consejo cuáles recomendaciones acepta, cuáles rechaza, y las que se compromete a cumplir, decisión que deberá confirmar el 24 de mayo cuando entregue su decisión por escrito.
El caso de Nicaragua es analizado en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU 13 meses después del estallido social contra el presidente Daniel Ortega.
En ese tiempo Nicaragua se ha mantenido sumergida en una crisis que, según la CIDH, ha dejado 325 muertos, aunque organismos locales elevan la cifra a 568, frente a 199 que reconoce el Gobierno.
También se cuentan hasta 809 «presos políticos», de los que el Gobierno reconoce menos de la mitad y llama «terroristas», «golpistas» o «delincuentes comunes».
En la OEA está en proceso la aplicación de la Carta Democrática Interamericana a Nicaragua, por rompimiento del orden democrático. De ser aplicada, el país centroamericano sería suspendido del organismo.
*Nota de ElDiario.es