La Organización No Gubernamental (ONG), Transparencia Internacional (TI), publicó, el 29 de enero de 2019, el “Índice de Percepción de la Corrupción Global” luego de analizar a 183 países.

El informe reveló que Somalia y Siria son los países más corruptos del mundo, mientras que Dinamarca y Nueva Zelanda son los más transparentes.

El informe también mostró que en América Latina, Uruguay y Chile son percibidos como los países latinoamericanos menos corruptos, mientras que Venezuela y Nicaragua son los que más padecen este mal en la región latinoamericana.

El Índice de Percepción de la Corrupción, otorga 70 puntos a Uruguay (puesto 23) y 67 puntos a Chile (puesto 27) sobre un máximo de cien puntos, contra los 18 y 25 puntos de Venezuela (puesto 168) y Nicaragua (puesto 152) respectivamente.

En el medio están Costa Rica (56 puntos), Cuba (47), Argentina (40), Panamá (37), Colombia (36), Brasil, El Salvador y Perú (35), Ecuador (34), República Dominicana (30), Bolivia, Honduras y Paraguay (29), México (28) y Guatemala (27).

En cuanto a la situación en Nicaragua, “el régimen ha cooptado totalmente” las instituciones. Ha transformado, los organismos que ejercen de árbitro o contralor, de “perritos falderos” que solo atacan a los opositores o los peces chicos, y, la corrupción cabalga desatada por la falta de transparencia en las altas esferas de la política.

Nicaragua, catalogada como el país más corrupto de Centroamérica, se encuentra en una situación “muy preocupante” por la permanencia del régimen Ortega-Murillo. El gobierno ha elevado los controles de las organizaciones no gubernamentales y ha suprimido, de facto, la ley de acceso a la información pública.

Es necesario hacer un balance general de lo que ha sido el ciclo político iniciado en abril 2018, estamos obligado a hacerlo, sobre una idea de fondo que ha desaparecido del debate político: el debate entre restauración y ruptura.

Creo que la unidad de la oposición tiene que fortalecerse, el país tiene que ser diferente, rompiendo el actual esquema de poder. Actualmente es un proyecto en construcción y debe ser construido desde abajo, la república democrática.

Debemos convivir en un espacio común de libertades y derechos sociales y democracia económica. Renunciar a eso es dejarle el país a la dictadura Ortega-Murillo.

¿Está la crisis sociopolítica resuelta a favor del régimen? A mi criterio, NO. Todo el sistema político de la dictadura está sustentado, mantenido por alfileres.

San José/Costa Rica, 16 de octubre de 2019.

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La Lupa Nicaragua