La tradición nos dice que estos días de navidad son propicios para encontrarnos con la familia y las amistades para hacernos toda clase de demostraciones de afecto, para agasajar a niñas y niños que esperan con ilusión los regalos y para tomar un receso entre un año que termina y otro que comienza. Son solo unos cuantos días, pero gracias a la propaganda comercial que nos bombardea cada vez con mayor anticipación suelen crearse muchas expectativas – sobre todo en materia de consumo – en torno a estas celebraciones.
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