Lucía Pineda: Persona del Año en Costa Rica

El diario La Nación de Costa Rica reconoce el trabajo y la valentía de la periodista. Lucía habla sobre su vida en libertad y revela lo que hará el día que Daniel Ortega y Rosario Murillo salgan de poder en Nicaragua.

El diario La Nación nombró a Lucía Pineda Ubau, excarcelada política del régimen de Daniel Ortega como persona del año en Costa Rica. Un reconocimiento con el que la periodista agradece el respaldo de su segunda patria a la lucha del pueblo nicaragüense en su búsqueda de libertad, justicia y democracia.  

Lucía Pineda fue detenida ilegalmente el 21 de diciembre de 2018 y el 11 de junio de este año fue liberada bajo una cuestionada Ley de Amnistía. El régimen la procesó por “terrorismo” y por supuestamente incitar al odio contra Frente Sandinista y la Policía Orteguista, aunque nunca le probaron delito alguno. 

“Mi mamá me lo dijo, la próxima no te van a meter a la cárcel, te van a matar, por eso me vine a este país”, comenta la periodista en una entrevista especial concedida a La Nación en ocasión del reconocimiento.  

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Lucía se describe como orgullosamente nicaragüense y dice que volverá al país.  

“Vieras que yo extraño mucho a mi país y voy a volver, lo aseguro. Yo soy nicaragüense. Pero aquí en Costa Rica estoy contenta. Tengo a mi familia, en primer lugar, y viera el cariño que recibo de la gente cuando viajo en bus. Me da mucha risa y alegría, mucha gente me reconoce y me dice que oraba mucho por mi cuando yo estaba en la cárcel. Es hermoso”, cuenta. 

¿POR QUÉ SE QUEDÓ EN NICARAGUA? 

Desde el inicio de la crisis en Nicaragua, desatada por la represión del régimen, Lucía Pineda nunca dejó de informar. Anduvo en las calles, denunció los asesinatos y dio voz a las víctimas. Su mamá la veía desde Costa Rica y le pedía que dejara Nicaragua. Temía por su seguridad.  

“Venite para acá Lucía, allá está muy peligrosa la cosa”, le suplicó su mamá. 

En diciembre del año pasado, días antes de ser detenida, Lucía le constetó a su mamá con una mentira para no preocuparla.  “Si mamá, espérame, yo llego el 23 o el 24”, le dijo.  

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Pero eso nunca iba a suceder. Pineda ya había decidido quedarse y correr el riesgo de informar en un contexto de represión generalizada a los periodistas y medios independientes. 

“Es que como me iba a ir. No podía. A la gente la estaban matando, estaban sufriendo, nos necesitaban. Hubiera sido desmoralizante para ellos. Además, estaban mis colegas dándolo todo. Como les iba a decir yo que me iba y ya, a pasarla bonito a Costa Rica y olvidar el sufrimiento”, recordó conmovida. 

SUEÑA CON LA CAÍDA DE LA DICTADURA 

Aferrada a sus fuertes creencias cristianas, Lucía Pineda sueña y adelanta lo que hará el día que la tiranía Ortega – Murillo dejen el poder. 

“Ese día seguramente estaré trabajando. Entonces aquí, en la sala de redacción, seguro lloraremos todos y nos pondremos de rodillas para darle la gloria a Dios”, comenta ilusionada.