Expertos han señalado que los jóvenes están a la cabeza de los contagios por COVID-19, y la única razón es porque estos se exponen aún más al ignorar las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de mantener el distanciamiento social y tratar de permanecer en autoconfinamiento.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, alertó a principios de agosto que los nuevos brotes de COVID-19 eran parte una responsabilidad de los jóvenes, quiénes “deberían encabezar el cambio”.
La OMS señaló que algunos jóvenes que persisten en salir a locales nocturnos y playas, son quiénes están liderando el aumento de nuevos casos de COVID-19 en el mundo, ya que se han triplicado la proporción de jóvenes de entre 15 y 24 años infectados en cinco meses.
Sin embargo los estudios han mostrado que debido a que los contagiados y portadores del virus son más jóvenes, los síntomas tienden a mostrarse más leves, pero estos al llegar a sus hogares ponen en riesgo la vida de los mayores y las personas con otros padecimientos crónicos.
Reaperturas escolares y universitarias podrían desatar cadenas de contagios
En Managua, algunas universidades y escuelas han anunciado su regreso presencial a las aulas, asegurando mantener el control del cumplimiento de las medidas de prevención otorgadas por los organismos internacionales de la salud, para evitar el contagio del colectivo laboral y los alumnos.
Para el epidemiólogo nicaragüense y exfuncionario de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Nicaragua, Rafael Amador, “ni Managua, ni ningún otro lugar” se encuentran preparados para el regreso de los estudiantes a las aulas, debido a que inciden algunos factores importantes a destacar. Entre los que señala que menos del 10% de la población ha sido contagiada de COVID-19 hasta el momento, “lo que indica que más del 90% se encuentra en riesgo de contagio”.
Amador añade a su vez que hay mayor cantidad de virus circulando por todo el país, así como el comportamiento relajado y dejar a un lado las normas de protección, podrían generar la “tormenta perfecta” al desarrollo de mayores contagios.
El experto agregó que las aperturas de las universidades implicarían una mayor movilización de una importante masa de gente entre los 17 y 25 años, que se tendrán que movilizar en transporte colectivo que provocará mayores riesgos de contagios.
¿Está de acuerdo el sector estudiantil con el retorno presencial?
Este 31 de agosto la Universidad Centroamericana (UCA), volvió a las clases presenciales. Esta casa de estudios no solo recibe estudiantes universitarios de la capital, sino también de diferentes departamentos de Nicaragua.
A través de un video publicado en su cuenta oficial de Facebook, el alma mater señaló que desde inicios de la pandemia, han procurado seguir los lineamientos de la OMS, para tomar decisiones sobre la ejecución de sus clases de manera segura para todos y todas.
La UCA en un anterior comunicado había expresado que retornarían a las aulas en una etapa de «semipresencialidad bajo medidas especiales, “con el fin de garantizar la continuidad de las actividades académicas en condiciones que contribuyan significativamente la prevención del contagio por COVID-19».
Para Bryan Narváez, estudiante de segundo año de la carrera de Diseño Gráfico en la UCA, la situación parece ser un poco complicada, tanto para la universidad y los estudiantes en general, puesto que consideran que la institución optó por esta nueva modalidad de semipresencialidad, debido a las duras críticas y constantes quejas de los estudiantes hacia la virtualidad durante el periodo de clases en línea.
Narváez indicó a La Lupa estar claro que la semipresencialidad conlleva muchos riesgos para aquellas personas que deben viajar, sobre todo para los estudiantes que viven fuera de Managua. Añadió además que dentro del campus los estudiantes no correrán riesgo, sin embargo considera que la exposición estaría mucho más presente en el trayecto dentro del transporte público.
Valeska García, estudiante de cuarto año de arquitectura, agregó que todavía no es el momento de retomar las clases presenciales ya que “aún estamos en la fase de contagio comunitario, y pese a que sea por encuentros hay muchos alumnos que viajan diario desde los departamentos y deben tomar transporte público, me parece que ellos son quienes estarán más expuestos”.
Vida nocturna se vive en aparente “normalidad”
En redes sociales las quejas de la población que sí práctica el distanciamiento social y toma las debidas medidas de protección, señalan que aún existen personas (jóvenes en su mayoría) que se ven ajenos a la crisis sanitaria, concurriendo lugares nocturnos, provocando aglomeraciones.
Ante esto Amador dijo a La Lupa que no existe un mensaje claro y bien definido de parte de las autoridades del país a la población, que se deben seguir aplicando las medidas de protección que se han venido indicando desde el inicio de la pandemia.
“Definitivamente el comportamiento, parecido a la normalidad que la gente está adoptando al asistir a todos los eventos festivos, sobre todo en las comunidades y los municipios, están exponiendo a un enorme riesgo a la población, cuando existen aún personas con posibilidades de contagiarse”, advirtió Amador.
El epidemiólogo recordó además que el COVID-19 se moviliza “en la medida que nosotros nos movilizamos”, y si la población tomara las medidas necesarias de prevención e higiene, podría cortar la cadena de transmisión.
“Si nosotros hacemos esto, el virus no tiene cómo moverse, entonces todo está en nuestras manos. Y los jóvenes y la adolescentes que es la mayoría de la población en Nicaragua juega un papel fundamental y estratégico en esto”, enfatizó Amador ante un posible rebrote de COVID-19.