Joselyn Vallejos, sobreviviente de un ataque con ácido en Costa Rica: “Que se haga justicia”

La noche del 14 de abril de 2025, la nicaragüense Joselyn Ivannia Vallejos, de 31 años y madre de tres hijos, vivió el terror en carne propia cuando su expareja, Luis Calero Peña —quien había incumplido las medidas cautelares que le prohibía acercarse a ella tras un caso anterior de violencia machista—, le arrojó ácido de batería tras una discusión.
El ataque, ocurrido en el barrio Cocorí de Aguacaliente de Cartago, ubicado al Este de San José, Costa Rica, la dejó con quemaduras en el rostro, pecho, brazos y piernas, afectando cerca del 20 % de su cuerpo.
Actualmente, Joselyn ya no está en el hospital, pero continúa su lucha desde casa, entre curaciones dolorosas, cirugías pendientes y la crianza de sus hijos. “Tengo más de 15 años de vivir acá en Costa Rica, me vine cuando tenía 14 años”, dice la nicaragüense en entrevista con La Lupa.
Desde muy joven se dedicó a trabajar por cuenta propia y formó una familia. Pero la relación con Calero Peña, padre de sus tres hijos, estuvo marcada por la violencia constante.
“Yo duré con él casi 10 años, y en mi mente creía que él iba a cambiar, porque llegaba, me pedía perdón y yo lo volvía a perdonar. Me decía que no iba a volver a pasar, pero siempre me golpeaba, me pegaba”, recuerda Joselyn, previo al ataque.
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“A veces nos aferramos a una idea de que la persona va a cambiar —subraya—, porque a mí me pasó eso”.
Todo ocurrió cuando Joselyn regresó a su vivienda después de ausentarse de Costa Rica. Al llegar, encontró a su expareja dentro de la casa, violando las medidas cautelares que le prohibía acercarse a ella.
Tras una discusión, él sacó un frasco con ácido de batería y se lo arrojó al rostro.
“Me quemó de la nariz hacia abajo, porque él me lo tiró como para que me cayera en los ojos, pero yo metí mis manos. En lo que yo metí mis manos, se me quemaron las manitas, y desde la nariz hacia abajo tengo todo el tórax quemado, además de las piernas y las manos”, señala Joselyn.
Gracias a la intervención de vecinos, fue trasladada rápidamente al Hospital San Juan de Dios, donde fue atendida en la Unidad de Quemados y logró sobrevivir al ataque.
Aunque ya fue dada de alta hospitalaria, su cuerpo aún no se sana por completo. Actualmente, Joselyn se encuentra en un difícil proceso de recuperación.
“Estoy en recuperación, tengo injertos. Hay unos injertos que no me han pegado muy bien, entonces se me hacen ampollas muy gruesas, muy grandes. Cuando está muy caliente el clima, la ropa, cuando me roza, me rompe. Entonces, debo tener muchos cuidados”, explica.
Joselyn asiste cada semana a una clínica del Ebais —un centro de salud en Costa Rica que funciona como el primer nivel de atención para la población y técnicamente son llamados Equipos Básicos de Atención Integral en Salud—, donde le hacen curaciones.
La nicaragüense víctima de la violencia machista se prepara para una cirugía en el cuello. “La barbilla me quedó pegado justo en el cuello por el ácido”, señala.
Su día a día está marcado por el dolor físico, el agotamiento emocional y la dedicación a sus tres hijos de 5, 3 y 19 meses meses.
El hijo menor, cuenta con voz baja, fue fruto de una violación por parte de su agresor. Aun así, lucha todos los días por darles estabilidad a los tres. “Ellos están estudiando”, dice.
Después de más de tres meses huyendo de la justicia, Luis Calero Peña, de 38 años, fue finalmente capturado el martes 5 de agosto por oficiales del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Se encontraba escondido en unas bodegas de almacenamiento en San Ramón, Alajuela.
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A pesar del horror vivido, Joselyn mantiene la esperanza en la justicia.
“Que se haga justicia, que no lo agarren y ya lo suelten, porque la mayoría de ellos hacen eso: hacen una cosa, hacen todo el papelón de agarrarlo, hacen esto, hacen lo otro, y después lo sueltan a los días”, dice Joselyn.
El caso sigue bajo investigación por parte del OIJ y la Fiscalía de Género, quienes analizan las circunstancias del ataque y determinarán la calificación legal de los hechos, que podrían constituir tentativa de feminicidio u otros delitos relacionados con violencia de género.
En Costa Rica, Joselyn ha recibido la solidaridad de muchos costarricenses, pero necesita apoyo durante este difícil proceso de recuperación.
Como madre soltera de tres pequeños, enfrentando gastos médicos constantes y con limitaciones para trabajar, cada gesto de solidaridad podría ayudarle en su camino hacia la sanación.
Cualquier apoyo económico pueden contactarla al siguiente número telefónico: (+506) 7031 5582.