Los parientes del manifestante Jimmy Parajón, asesinado el 11 de mayo de 2018 en la Universidad Politécnica (UPOLI) en Managua, denunciaron que continúan siendo víctimas de vigilancia y constante asedio de policías.
Yader Parajón, hermano del joven asesinado, explicó que el asedio de la Policía del régimen de Daniel Ortega se ha intensificado en los últimos días y “descaradamente”, llega a apostarse y a tomar fotos de quienes entran o salen de la casa.
“En este último fin de semana la presencia ha sido mucho más… Ahora han tomado de una manera más descarada el apostarse frente a la casa a tomarnos fotos y videos”, dijo el joven que compareció ante la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) para ponder la denuncia.
Miguel Parajón, padre de Jimmy Parajón, agregó que el asedio policial es “constante” y, únicamente, pueden salir de su casa “cuando ellos no están”. Además, han tenido que tomar medidas como “ir acompañados siempre” con el fin de evitar cualquier ataque o, por lo menos, que alguien más se de cuenta.
“Yo tengo que defender a mi hijo que todavía tengo porque al otro me lo asesinaron”, lamentó Miguel Parajón.
Asimismo, refirió que toda esta situación de asedio e intimidación les genera temor y una especie de psicosis ya que sienten que “en cualquier momento se te van a meter como ladrones”.
CONTINÚAN EXIGIENDO JUSTICIA
El padre de Jimmy Parajón explicó que, pese a que ha transcurrido más de un año de la muerte de su hijo, continúan exigiendo justicia y siguen siendo víctimas porque el régimen orteguista ha proseguido en su afán por coartar las libertades y el derecho que -como víctimas- tienen a exigir justicia.
“Yo continúo exigiendo justicia por la muerte de mi muchacho. No quiero que su muerte quede impune”, sentenció Parajón.
La CPDH también recibió la denuncia del excarcelado político Juan Bautista Guevara, quien también dijo no soportar el asedio permanente en las afueras de su hogar.
Guevara asegura que, desde que fue excarcelado el 27 de febrero de 2019, el asedio es permanente. En las afueras de su hogar se apostan patrullas de la Policía de Ticuantepe y, en otras ocasiones, civiles en motocicletas.
Organismos de derechos humanos han denunciando el incremento del asedio de fuerzas policiales y paramilitares contra familiares de presos políticos, asesinados y contra manifestantes.
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