«El doctor Adán Augusto Alonso ha pasado a la presencia del señor», anunciaban desde las 9:00 de la mañana de este domingo, 14 de junio, a través de un autoparlante, mientras un carro fúnebre blanco avanzaba por las calles de León junto a una caravana de autos donde familiares -en medio de llantos- lamentaban ser asediados e impedidos de entrar a la ciudad con el cuerpo del médico, quien murió tras contagiarse de COVID-19 atendiendo a pacientes «devueltos» por le Ministerio de Salud (Minsa).

La Policía al servicio del Régimen de Daniel Ortega, colocó retenes en las diferentes entradas a León, en un intento por evitar que «el doctorcito» o «el doctor del pueblo», como era conocido Adán Alonso, fuera despedido por personas agradecidas por la atención que les brindó de forma gratuita.

Por su postura crítica a la dictadura de Daniel Ortega, el doctor Adán Augusto Alonso sufrió constante asedio y persecución.

Sin embargo, el intento falló debido a que en las vías colindantes de León, por donde fue obligada a circular la carroza fúnebre, los ciudadanos se acercaron en motocicletas, en bicicletas y hasta a pie para elevar su manos, decirles adiós y hasta gritar sus condolencia en medio de un «viva Nicaragua libre». Los más arriesgados incluso se atrevieron a ondear la bandera de Nicaragua, un acto de rebeldía en un país donde podría signirficar perder la libertad.

La hija de Alonso, la también doctora Magda Alonso, realizó una transmisión donde se apreció todo el actuar policial, que los mantuvo asediados hasta llegar al cementerio de León, donde será la última morada del médico.

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«Murió curando a los pacientes de COVID-19», dijo Magda Alonso durante la transmisión.

La despedida del médico, que soportó con su familia desde 2018 el asedio policial, fue emotiva y dolorosa a la vez. Sus parientes aunque lidiaron con la presencia de agentes de la Policía y oficiales antidisturbios, fueron testigos de la valentía de la gente que salió de sus casas hasta las vías principales para darle el último adiós.

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Magda Alonso, a través de sus redes sociales, horas antes de informar que su padre había fallecido, hizo un publicación donde asegura que su papá enfermó «atendiendo a los pacientes que regresaban de los hospitales de León y Chinandega, donde les decían que no tenían nada, luego al complicarse buscaban a mi papá para ser atendidos, la mayoría sanaron… muchas veces le pedimos que dejara de atender, porque no tenía los equipos necesarios para protegerse y su respuesta siempre fue no puedo abandonar a mi pueblo».

El doctor Alonso pasó más de 15 días batallando por su vida contra el COVID-19. Sin embargo, este domingo en las primeras horas de la mañana, Magda Alonso informó de su muerte en Facebook: «Con dolor en el alma comunicamos que nuestro padre el doctor Adán Augusto Alonso, el doctor del pueblo, ha fallecido. Descansa en paz, papito».

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La muerte del doctor Alonso se une a las más de 36 muertes de trabajadores de la salud informadas por la Unidad Médica Nicaragüense, misma que estima que más de 200 integrantes del personal de salud se han contagiado de COVID-19. Hasta la fecha en el país, según el Ministerio de Salud, se registran 1,464 casos positivos y 55 muertes por coronavirus.

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La Lupa Nicaragua