La participación de las mujeres en la población económicamente activa es considerablemente menor que la de los hombres en Nicaragua, según los principales hallazgos del Informe sobre los derechos económicos y sociales en Nicaragua desarrollado por la Fundación Puentes para el Desarrollo.

Esto tiene serias repercusiones en términos de afiliación a la Seguridad Social por lo que uno de los hallazgos del estudio, es que existe una paradoja en término de las afiliaciones ya que en los últimos 15 años el porcentaje de mujeres afiliadas al Instituto de Seguridad Social (INSS), en lugar de aumentar ha disminuido en comparación con los afiliados hombres.

El más reciente reporte del INSS muestra que solo el 22 por ciento de la población económicamente activa se encuentra cubierta por la Seguridad Social. «Esta pobre cobertura es resultado de la proporción desmesurada de población que labora en la economía informal, lo cual, a su vez, es consecuencia de la incapacidad del modelo para generar empleos productivos y estables», destaca el informe.

Al respecto el estudio explica que el 43.3 por ciento de las pensiones de vejez son percibidas por mujeres y el 56.7 por ciento por varones, a su vez, subraya que cuando se agregan las pensiones reducidas proporcionales, el porcentaje de participación de las mujeres se reduce al 41.4 por ciento.

Lea: Precariedad e informalidad: Así sobreviven las mujeres en la economía de Nicaragua

El promedio de las pensiones a diciembre del 2021 fue de C$6107, equivalentes a US$ 173.5. Esta suma cubría el 46 por ciento de la estimación oficial del costo de los alimentos. «No es exagerada la expresión popular de que se trata de “pensiones de hambre”, recalca la fundación.

Salario de mujeres nicaragüenses es «apreciablemente» menor que el de hombres

De acuerdo con el Informe de Empleo de la Encuesta Continua de los Hogares al Tercer Trimestre de 2021 del Instituto Nacional de Información de Desarrollo (INIDE), las mujeres que trabajan por cuenta propia representan el 44.8 por ciento de la población ocupada, a diferencia de las mujeres asalariadas que son solo el 37.6 por ciento.

Al respecto, Edipcia Dubón, directora de la Fundación Puentes para el Desarrollo, explicó que «la disparidad en la generación de ingresos para las mujeres encierra múltiples repercusiones que se expresan a nivel económico, social, cultural y en términos de poder».

Con relación a la informalidad laboral se estimaba que en 2019 el 78.1 por ciento de las mujeres se ubicaba en este sector. Para los hombres el porcentaje estimado era 72.2 por ciento. Es decir que las mujeres registran mayor tasa de subempleo, menor participación como asalariadas y empleadoras, mayor proporción en la categoría “trabajadores sin remuneración” y en la informalidad laboral.

Para Dubón, «hay una entrelazamiento entre factores culturales y sociales que condicionan la participación laboral de las mujeres y la calidad de esa participación de un lado y de otro».

De acuerdo con datos de INIDE, el 14.6 por ciento de la población nicaragüense vive en condiciones de pobreza, es decir, un ingreso menor a US$3.2 dólares por persona al día.

¿Qué se debe hacer?

El informe subraya la necesidad de un compromiso sostenido de todos los sectores de la sociedad nicaragüense para garantizar que las mujeres puedan contribuir al desarrollo.

«El compromiso de la sociedad nicaragüense con la igualdad de condiciones, la promoción de un mercado laboral inclusivo y equitativo es un imperativo moral y, es un requisito esencial para el desarrollo de nuestro país. Estamos claros que no hay condiciones en este momento para poder incidir desde este lado a la construcción de la política pública, pero tenemos que estar conscientes del desafío que tenemos para poder incidir y para poder transformar en el momento que sea adecuado», subrayó Dubón.

+ posts