Usar la fuerza de las composiciones musicales para denunciar la violencia machista, concientizar sobre la importancia de erradicar las desigualdades de género, dejando de lado “lo que vende” y priorizando “lo que genera un bien común” para la sociedad en todas partes del mundo, es parte de esa deuda que cada año tiene pendiente la industria musical, en la que las mujeres también sufren discriminación, abusos, acoso y desigualdades salariales.

“Luisa”, una feminista y defensora de derechos humanos que prefirió el anonimato al ser consultada por La Lupa, afirmó que las canciones y otras expresiones artísticas tienen un gran valor e impacto en las sociedades, pues muchas creaciones han aportado a empoderar a las mujeres sobre sus derechos y denunciar la violencia machista que muchas sufren diariamente, aunque también, lamentablemente, han aportado a reforzar estereotipos, desigualdades o violencias de diferentes tipos.

La defensora nicaragüense recordó que, en 2020, “Canción sin miedo”, de Vivir Quintana, fue uno de esos aportes positivos en la industria musical, y también fue adaptada en Nicaragua, ya que como colectivos la vieron como un referente para denunciar los femicidios y encarar al Estado, uno de los principales responsables del aumento de la violencia machista en el país.

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“Las canciones con perspectivas de derechos humanos han jugado un gran papel en nuestra historia. Los colectivos y organizaciones reproducimos canciones para empoderar a mujeres, para denunciar la violencia, en las marchas que antes podíamos hacer”, indicó.

Además, señaló que así como hay producciones de denuncia, de empoderamiento, también hay composiciones que «ponen a las mujeres como un objeto sexual, semidesnudas, hablando sobre el sexo de forma abundante, todo bajo la premisa de que eso vende».

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“Debería haber una campaña mundial que ponga en el ojo ese tipo de producciones que promueven la violencia contra las mujeres, que impulsa estereotipos, que sexualiza o utiliza los cuerpos de las mujeres. Se necesita dentro del país también tener este tipo de iniciativas de este tipo de producciones que construyen, que empoderan, que denuncian, que aportan a la formación de una sociedad más justa e igualitaria para las mujeres”, resaltó.

La revista Level de Colombia, en 2019, divulgó un análisis de un listado de diez canciones “machistas que hemos cantado toda la vida”, en la que señala que lo que antes era “visto como romántico, hoy ya no lo es tanto”, pues con el tiempo, resaltan, se ha logrado hacer conciencia en que la mujer no es un objeto que se pueda poseer, si no un ser igual, con derechos y responsabilidades, que se supera, que también es valiente, exitosa, inteligente, profesional o lideresa.

Entre las canciones de la lista están: “La media vuelta” de Luis Miguel; “Cascos ligeros” de Alejandro Fernández; “Te compro tu novia” de Los cantantes de Ramón Orlando; “La celosa” de Carlos Vives; y “Arroz con leche” de la Ronda Infantil.

La Organización de Naciones Unidas para Mujeres (ONU Mujeres), en 2019, alertó sobre las grandes diferencias entre hombres y mujeres en la industria musical, donde ellas son “discriminadas, subrepresentadas, con sueldos injustos, y sometidas a estar bajo la sombra”, lo cual incluso ha impactado en las producciones musicales que salen al mercado, las cuales pocas veces son en favor de igualdad de género o el respeto de los derechos de las mujeres.

Las mujeres entonces, además de luchar con los mensajes que hay en canciones que promueven la violencia de género, que las enmarca en estereotipos y que marcan desigualdades, también pelean por mantener sus espacios en la creación de contenidos.

Be The Change, en marzo pasado, divulgó los datos de su encuesta “Igualdad de Género en la Industria Musical”, aplicada a 1,656 profesionales y creadores de la industria musical de 109 países de todo el mundo, la cual revela la persistencia de la discriminación de género en la industria musical y también los abusos de los que la mujeres siguen siendo víctima en ese sector.

El informe detalla que el 34% de las mujeres encuestadas, las cuales en la muestra representan el 45% del total de participantes, dijo haber sufrido acoso o abuso sexual en la industria musical. Además, el 60% de estas señaló haber sentido o sido víctima de “discriminación” por su edad; y más de la mitad de ellas, el 53%, afirmó que a los hombres se les pagaba más.

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