Mientras por un lado la violencia y exclusión contra las personas LGBTIQ+ en situación de movilidad humana se agrava de forma preocupante en toda la región, por el otro los fondos destinados a programas de protección y asistencia humanitaria están disminuyendo considerablemente, debilitando las respuestas que podrían brindarse frente a esta crisis.

Ante este panorama, 14 organizaciones de 11 países de América Latina se reúnen del 9 al 12 de julio en San José, Costa Rica, para celebrar el IV encuentro de la Red Regional por la Movilidad Humana LGBTIQ+ LAC, bajo el lema “Estrategias transformadoras y nuevos modelos de sostenibilidad”. 

Las organizaciones participantes —provenientes de Argentina, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Perú, Nicaragua y Venezuela— analizarán el aumento de la criminalización hacia personas LGBTIQ+ migrantes, compartirán estrategias de resistencia y presentarán propuestas sostenibles frente a la reducción de financiamiento internacional.

“No sabíamos podía pasar esta situación, pero ya veníamos en Costa Rica pensando cómo diversificar esos fondos (…) y este año hemos reforzado la estrategia con la empresa privada”, dijo a La Lupa, Dennis Castillo Fuentes, director ejecutivo del Instituto sobre Migración y Refugio LGBTIQ+ para Centroamérica (Irca Casabierta). 

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Se estima que en América Latina existen 2.3 millones de personas LGBTIQ+ en situación de movilidad humana. 

Discursos antiderechos contra LGBTIQ+

Danilo Manzano, activista social Director de la Fundación Diálogo Diverso de Ecuador explicó que en los últimos años, se ha registrado un alarmante aumento de actos discriminatorios dirigidos hacia personas migrantes y refugiadas LGBTIQ+ en América Latina como resultado del “auge de discursos antiderechos y políticas regresivas” en varios países. 

“Si hacemos un recorrido desde el Sur hasta el Norte podemos ver cómo régimenes autoritarios, dictatoriales, pero profundamente peligrosos hacia la diversidad sexual están atentando de manera directa en la eliminación de políticas públicas e intentos de poder menoscabar cualquier intento de construir políticas públicas a favor de la diversidad, incluida la población migrante y refugiada LGBTIQ+”, advirtió Manzano. 

Las organizaciones participantes reconocen que las personas LGBTIQ+ desplazadas sufren “dobles y hasta triples vulneraciones” de sus derechos, tanto durante el tránsito como en los países de acogida.

Los discursos antiderechos de Donald Trump hacia personas migrantes y LGBTIQ+  —ejemplifica Manzano— no solo han reforzado estigmas y prejuicios en Estados Unidos, sino que también han tenido un impacto directo en las solicitudes de asilo. 

“Anteriormente, la mayor parte de estas solicitudes de protección eran aceptadas en los Estados Unidos, el escenario actual es distinto. ¿Qué va a pasar con estas cientos de vidas de personas jóvenes, en su mayoría, de la diversidad sexual que van desde Centroamérica y Sudamérica? ¿A qué país van a regresar si decidieron escapar de sus países por la violencia, persecución e incluso violencia sistemática y hasta intentos de asesinato?”, cuestionó Manzano. 

Alianzas internacionales 

Ante la reducción drástica de fondos internacionales, las organizaciones participantes del encuentro hicieron un llamado urgente a reactivar el financiamiento solidario y la cooperación técnica para fortalecer las estrategias de protección y asistencia a personas LGBTIQ+ en movilidad. 

Este apoyo no solo permitiría dar continuidad a los programas existentes, sino que también posibilita el desarrollo de respuestas innovadoras, sostenibles y adaptadas a los contextos locales. 

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Mariana de la Cruz, directora de Casa Frida, Refugio LGBTIQ+ de México, explicó que ante la ausencia de políticas estatales han sido las organizaciones las que han apoyado a las poblaciones LGBTIQ+. 

“Nos enfrentamos a un contexto donde la cooperación internacional que debería apoyar y fortalecer nuestro trabajo está siendo instrumentalizada para controlar narrativas, condicionar agendas y silenciar voces en común. Se retiran fondos y se imponen criterios descontextualizados, se penaliza el enfoque de género y la diversidad sexual”, advierte la representante de Casa Frida. 

Este escenario no solo amenaza la “operatividad sino la sostenibilidad” de las organizaciones, advierte de la Cruz. 

Durante este encuentro, la Red Regional por la Movilidad Humana LGBTIQ+ LAC desarrollará una hoja de ruta estratégica para garantizar la sostenibilidad de las visiones organizacionales y hacer frente a los desafíos actuales. 

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La Lupa Nicaragua