La lideresa indígena miskita y presa política del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, Nancy Elizabeth Henríquez, pudo reencontrarse con parte de su familia el 4 de agosto de 2025, tras más de 600 días de encierro arbitrario. 

El encuentro se produjo dos días antes de su cumpleaños, que celebró el 6 de agosto, y permitió que su nieto y sus hermanas compartieran con ella un momento de cercanía, en medio de las severas restricciones que enfrentan las personas presas por motivos políticos en Nicaragua.

“Yo como hija de Nancy Henríquez doy gracias a las autoridades que han permitido que mi mamá pase un momento con su nieto y sus hermanas. Confiamos en Dios tenerla en casa nuevamente. Gracias, gracias y feliz cumpleaños, madre mía. ¡Te amo!”, expresó su hija, Liza Francis Henríquez, en un mensaje publicado en su red social de Facebook.

Aunque no es la primera vez que Nancy ha tenido contacto con sus seres queridos desde su detención —en diciembre de 2022 logró recibir una visita—, estos encuentros han sido extremadamente limitados, separados por largos períodos, y se dan bajo cierto tipo de condiciones, según han denunciado otros presos políticos en su momento y organizaciones de derechos humanos.

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En el caso de las personas presas por razones políticas, el régimen impone visitas prolongadas, que no compensan los meses de aislamiento a los que son sometidas. El 6 de agosto, Nancy celebró su cumpleaños lejos de su familia.

“Feliz cumpleaños, madre. Hoy celebro que Dios te permite cumplir un año más de vida. Eres mi gran ejemplo de vida, ya que, mujer y madre más guerrera que tú no existe. Eres realmente una persona muy especial y maravillosa, y siento que es un gran privilegio tenerte como madre”, escribió su hija para recordar esta fecha.

Detención arbitraria y desaparición forzada

Nancy Henríquez fue detenida el 1 de octubre de 2022, cuando acudió a una citación de la policía en Managua para brindar información sobre la desaparición del dirigente miskito Brooklyn Rivera, líder de YATAMA. Su vivienda en Bilwi había sido allanada dos días antes y él había sido llevado con rumbo desconocido. 

La líder indígena, en ese momento diputada suplente por la misma organización indígena, se presentó voluntariamente a la estación policial del Distrito III y fue detenida arbitrariamente.

La detención ocurrió en presencia de su nieto menor de edad y su sobrina, quienes fueron retenidos en un cuarto por más de cinco horas. 

A partir de ese momento, Nancy fue mantenida en desaparición forzada, sin acceso a sus abogados ni contacto con familiares. Su paradero solo fue confirmado meses después, tras presiones públicas y de organizaciones defensoras de derechos humanos.

Juicio exprés y condena sin garantías

Durante una visita familiar en diciembre de 2022 en la cárcel La Esperanza, Nancy relató a su familia que había sido sometida a un “juicio exprés” dentro del penal, sin audiencia pública ni defensa legal adecuada, y que había sido condenada a ocho años de prisión.

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La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) le otorgó medidas cautelares, considerando su condición de mujer indígena, lideresa social y presa política, y alertando sobre el riesgo de daño irreparable a su vida e integridad en el contexto de su detención.

Al 11 de julio de 2025, la cifra oficial de personas presas políticas en Nicaragua asciende a 54, de las cuales 7 son mujeres y 47 hombres.

Además, se reportan al menos 15 personas en condición de desaparición forzada y 18 adultos mayores entre los detenidos, lo que refleja la persistencia de la represión y el castigo dirigido incluso a personas en situación de especial vulnerabilidad.

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La Lupa Nicaragua