A mediados de diciembre de 2019 el dengue había matado a treinta personas en Nicaragua. El aumento de casos obligó al régimen orteguista declarar una alerta epidemiológica que permitió visibilizar la situación sanitaria. Actualmente, el dengue no se ha ido de Nicaragua, pero según los especialistas, la atención está concentrada en la COVID-19, por lo que llaman a la población a no bajar la guardia en la implementación de medidas de prevención ante el nuevo coronavirus y el dengue.
Al 15 de diciembre de 2019 según el boletín epidemiológico del Ministerio de Salud (Minsa) se reportaban 181, 292 casos sospechosos de dengue y 10, 230 casos confirmados. En la actual situación de pandemia, el régimen orteguista ha iniciado una jornada de lucha antiepidémica, que incluye entre puntos claves la fumigación y abatización para eliminar los criaderos de mosquitos. ¿Es suficiente?
El salubrista José Antonio Delgado advierte que la ausencia de una campaña de contención y prevención hace que la gente no tenga percepción del riesgo y daño que provocó la epidemia del dengue en 2019. Según el boletín epidemiológico correspondiente a la semana 21 del 2020 se contabilizan 25,332 casos sospechosos de dengue, es decir, 1, 390 casos menos comparados con los 26, 722 que se contabilizaban para esa misma semana en 2019.
“La preocupación de la gente está centrada en COVID-19 y eso va a opacar, de manera importante, los cuidos para dengue. La gente asume que en su mayoría, como sensación de falsa seguridad, que fumigar por parte del Minsa, es la solución al problema del dengue”, expresó Delgado.
Para el especialista hay un problema con la estadística de la clasificación de las enfermedades en el país, ya que antes que llegara la pandemia, para esta misma época, los médicos referían que todo caso febril podría ser dengue hasta que se demostrara lo contrario, pero ahora, este síntoma puede ser COVID-19 hasta que se demuestre lo contrario, y por ende, es muy posible que muchos de los diagnósticos de COVID-19 que se han determinado por clínica, hayan sido dengue. Ante esta incertidumbre, la solución es aplicar una prueba molecular para determinar el nuevo coronavirus, pero no se tiene acceso a ese test.
Asimismo el epidemiólogo Álvaro Ramírez, explica que existe un deterioro en cuanto a la respuesta del sistema primario en salud, tal como sucedió con la COVID-19. En la situación en la que se enfrenta el país se van a confundir los casos de malaria, dengue y COVID-19, ya que todas estas presentan el síntoma de la fiebre, asegura. Por ende, el llamado es a que la misma población elimine los criaderos del zancudo aedes aegypti, mosquito transmisor del dengue, zika y chikungunya.
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2019, el año de mayor casos de dengue en las Américas
De acuerdo con un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en América Latina en el 2019 se notificaron 3 millones 139 mil casos de dengue, que es el mayor registrado en la historia de dengue en las Américas.
La incidencia fue de 321, 58 casos por cien mil habitantes y reportaron 1, 538 defunciones. El incremento de casos de dengue se reportó en 34 países y territorios de la región. No obstante, en naciones como Belice, Costa Rica, El Salvador, México, Nicaragua reportaron tres veces más casos que en el año previo. Pero países y territorios como Antigua y Barbuda, Brasil, Guadalupe, Guatemala, Honduras, Jamaica, Martinica y República Dominicana reportaron entre siete a diez veces más casos de dengue.
Nicaragua encabezó la incidencia de casos de dengue entre once países seleccionados por la OPS, con 2.962,18 por cien mil habitantes. En el país se identificaron dos serotipos de los cuatros del virus del dengue, según el organismo de la salud.
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¿Qué es el dengue?
Según la Organización Mundial de la Salud, el dengue es una infección vírica transmitida por mosquitos. Esta causa síntomas gripales y en ocasiones evoluciona hasta convertirse en un cuadro potencialmente mortal llamado dengue grave. En las últimas décadas ha aumentado enormemente la incidencia de dengue en el mundo. Alrededor de la mitad de la población del mundo corre el riesgo de contraer esta enfermedad.
Cero alarma por la pandemia
Nicaragua sigue sin declarar una alerta epidemiológica por el impacto de la COVID-19, más bien ha tratado de minimizarla. Los epidemiólogos han señalado que no hubo medidas para prevenir la enfermedad y ralentizar la curva de contagios, que empezó a subir a inicios de mayo, y así permanece. Hasta el martes siete de julio Nicaragua acumula 2, 846 casos de COVID-19 y 91 muertes.