Cierre del Movimiento María Elena Cuadra «por venganza contra mujeres»
La organización histórica que lucha por los derechos laborales de las mujeres ha sido cancelada junto con cinco organizaciones más por la Asamblea orteguista.
La organización histórica que lucha por los derechos laborales de las mujeres ha sido cancelada junto con cinco organizaciones más por la Asamblea orteguista.
La Asociación de Mujeres Trabajadoras y Desempleadas María Elena Cuadra (MEC), junto con cinco organizaciones más, fueron despojadas de su personería jurídica arbitrariamente por la Asamblea orteguista. Sandra Ramos, presidenta del movimiento de trabajadoras, manifiesta en una declaración que es una reacción de venganza del régimen contra las mujeres y contra la organización.
Las otras organizaciones afectadas son Asociación Pen Internacional Nicaragua, Asociación Nicaragüense Por-Derechos Humanos (ANPDH), Fundación para la Promoción y Desarrollo de las Mujeres y la Niñez Blanca Arauz (Fundemuni), y Centro Nicaragüense de Promoción de la Juventud.
Con la misma excusa que se ha utilizado con las demás organizaciones canceladas, la Asamblea acusa a estas organizaciones de incumplir con la Ley 147, Ley General Sobre Personerías Jurídicas Sin Fines De Lucro, al no reportar sus estados financieros.
Sin embargo, Ramos indicó que las acusaciones de la Asamblea contra el MEC son totalmente falsas y que no han incumplido ninguna alternativa. Al contrario, el Ministerio de Gobernación (MIGOB) ha rechazado “permanentemente” los documentos de rendiciones de cuentas de los últimos años sin dar explicaciones. Incluso, acudieron a la Sala de Contencioso Administrativo de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) para reportar la actuación del MIGOB, pero no obtuvieron respuesta.
Lee: Ruptura amorosas: Aprender que el amor se acaba
Ramos señala que interpusieron un recurso de inconstitucionalidad a la CSJ y utilizarán todos los mecanismos nacionales e internacionales para denunciar esta arbitrariedad.
El MEC tiene 28 años de luchar por los derechos laborales de las mujeres trabajadoras, así como su dignificación y emancipación económica. Ofrecía asesoría jurídica y psicosocial, espacios académicos y promovía iniciativas orientadas a mejorar las condiciones de vida, laborales, sociales y económicas de las mujeres nicaragüenses.
Con el cierre de esta organización alrededor de 30 mujeres quedarían en el desempleo. Sin embargo, continuarán trabajando con las mujeres porque el “MEC no es el edificio, ni las cuatro paredes”.
“Nosotras seguimos con las mujeres a las que les dicen «el pueblo presidente» porque son mujeres muy pobres las que vienen a esta institución. Aunque cierren estas cuatro paredes, vamos a seguir con ellas porque la Constitución de este país nos da todos los derechos para poder seguir organizándonos”, expresa Ramos, quien había dado la misma advertencia el 25 de septiembre de 2020 cuando las oficinas del MEC fueron asediadas por la Policía.
También: «¡No les tengo miedo!», el grito de Sandra Ramos a la Policía sandinista
El MEC, además de demandar mejores condiciones laborales y salarios justos a las empresas, también trabajaban de la mano con las trabajadoras informales o que no están en la seguridad social para que desde sus contextos lograran tener condiciones dignas de trabajo.
Las instalaciones del MEC serán donadas futuramente, según indica la presidenta.
El Movimiento Feminista de Nicaragua expresa en un comunicado su solaridad con el MEC y más de 60 ONG, cuyas personerías jurídicas han sido derogadas por la Asamblea por motivos políticos.
“Desde el año 1994 el Movimiento de Mujeres María Elena Cuadra ha trabajado incansablemente en la defensa de los derechos de las mujeres trabajadoras de la maquila, que enfrentan no solo empleos precarios, sino otras formas de discriminación y violencia. El lema acuñado por el MEC, EMPLEO SÍ, PERO CON DIGNIDAD, se ha convertido en un estandarte de lucha en Centroamérica, emplazando no solo a las empresas de maquilas cuyas máximas ganancias se dan a costa de la explotación de miles de mujeres, sino a los Estados que ofrecen mano de obra barata y flexibilización de las leyes laborales para atraer a dichos capitales”, manifiestan.
Desde el año pasado, las organizaciones de mujeres han sido una de las principales afectadas por las cancelaciones de las personerías jurídicas y la criminalización estatal.