Una familia de cuatro integrantes deberá reducir su dieta alimenticia, a un solo plato de arroz con frijoles (o gallopinto) y tortilla, sin siquiera queso, al entrar el 2020 cuando al menos 2.1 millones de nicaragüenses caerán en pobreza sin siquiera poder cubrir sus necesidades básicas.
Según el informe Perspectivas Socio-económicas 2020, elaborado por la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), este porcentaje de la población nicaragüense en situación de pobreza estará viviendo con U$1.76 dólares al día, equivalentes a C$ 58.38 córdobas, al cambio oficial.
El nicaragüense, además se enfrentará a una tasa de desempleo abierto que, en 2020, alcanzará a 237 mil personas. La crisis ha ocasionado que entre 2017 y 2020 unos 116 mil empleos se hayan perdido, esto nos ubicará en un escenario muy parecido al que vivíamos hace cinco años.
“Lo anterior implica que podría haber 10 mil nuevos desempleados el próximo año, con lo que el saldo de desempleados al final del año sería de 237 mil personas”, dice Funides, insistiendo que el deterioro socioeconómico no puede revertirse con medidas económicas porque su origen radica en la crisis política y de derechos humanos.
cinco años de retroceso
“En tres años de recesión económica los niveles de PIB (producto interno bruto) per cápita e incidencia de la pobreza a finalizar 2020 implicarían un retroceso social para el país de más de cinco años”, señala.
“La proyección para la actividad económica en 2020 resulta en una reducción del PIB real de -1.1 por ciento. Este resultado sugiere que la economía de Nicaragua, al decrecer por tercer año consecutivo, se encontraría estancada”, agrega.
Según Funides, la tasa de pobreza general de Nicaragua se ubicaría en 31.9 por ciento. Los indicadores sociales y económicos demuestran que el país está en la crisis más profunda de sus últimos 30 años.
“La confianza de los consumidores, empresarios e inversionistas, así como la seguridad ciudadana y la cohesión social, sólo podrá restablecerse con acuerdos políticos que aseguren el restablecimiento de las libertades y el impulso de reformas para el fortalecimiento de la democracia, que marquen un cambio en el rumbo de Nicaragua”, recomienda.
Para este 2019, Funides proyecta una contracción de la actividad económica de -5.4 por ciento, una tasa de inflación acumulada a diciembre 2019 de 6.3 por ciento, mientras que la tasa de desempleo abierto se estima que aumentará de 5.5 por ciento en 2018 a 7.0 por ciento en 2019.
ECONOMÍA DÉBIL CON ORTEGA
Entre 1985 y 1989, durante el primer régimen sandinista, el PIB de Nicaragua decreció 11,9 %, 14,1 %, 1 %, 36,4 % y 31,1 %, en ese orden, según cifras del Banco Central de Nicaragua (BCN).
En los siguientes años en que la economía nicaragüense ha terminado en números rojos son en 1993 (-4,4 %), 2002 (-3,2 %) y 2009 (-2,8 %).
Antes de la crisis sociopolítica, Nicaragua era el país de la región, después de Panamá, con mayor crecimiento.
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