La Cruz Roja Nicaragüense emitió su informe de atenciones de los cuatro días mayores de Semana Santa en los que dieron cobertura a diferentes balnearios de Nicaragua, revelando así que solo dos personas fallecieron producto de sumersión y dos en accidentes de tránsito.

En total, la organización de socorristas brindó 3,485  atenciones a nivel nacional, entre los que destacan: 2,763 fueron labores preventivas,  45 rescates con vidas, 58 atenciones prehospitalarias,  dos rescatados sin vida, seis traslados de los puestos de playa a hospitales, dos niños extraviados y entregados a sus familiares.

La mayor cantidad de rescates con vida se dio en los balnearios:  Xiloá  con 14, El Trapiche con 9, Pochomil 7, La Boquita 2, Centro Turístico en Estelí 2, Puerto Momotombo 1, Casa Blanca en Matagalpa 1, Miramar 1, y Aguas Claras 1.

Auner García, director general de la Cruz Roja Nicaragüense, destacó que este año su número de atenciones descendió por la baja en el número de veraneantes, ante la pandemia del COVID-19.

«En porcentaje (de atenciones) este año solo alcanzamos el nueve por ciento, hubo una reducción significativa del menos 91 por ciento. El año pasado nuestros servicios habían cerrado durante la Semana Mayor, incluyendo servicios de pretemporada, con 39,264 servicios, comparado a eso solo tenemos el 9 por ciento de las atenciones que se brindó», dijo García al ser consultado por Canal 10.

La Cruz Roja tuvo presencia esta Semana Santa de 2020 en 58 balnearios del país y colocó 80 puestos de playa. Cabe mencionar que los servicios fueron ejecutados por unos 600 voluntarios y fueron utilizadas 52 unidades para realizar los traslados a los diferentes centros hospitalarios.

También destinaron cuatro puestos móviles de carretera en Managua, ubicados en: la entrada a Xilóa, Garita Norte y el reforzamiento de los puestos ordinario de Belmonte y Don Bosco, para dar atención a accidentes de tránsito.

Los socorristas además, este año por la pandemia del COVID-19, modificaron sus planes en cuanto a horarios y logística, ya que los socorristas solo se quedaban en playas de ocho de la mañana a cuatro de la tarde, puesto que debían regresar a las bases.

Además, promovieron en cada balneario medidas de prevención frente al COVID-19, tales como lavado de manos, distanciamiento físico y la adopción de posturas correctas a la hora de toser o estornudar.

Fuentes del sector turístico revelan que la presencia de turistas en las playas fue mínima en todo el país y que ha sido una de las peores temporadas de la historia de Nicaragua.

Foto principal: Cortesía.

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