“Ya no aguanto a mi nieto, otras veces he ido a la Policía, muchas veces, y no hacen nada”. Esa fue la frase que Petrona Mercedes Guevara uso en el Instituto de Medicina Legal durante una valoración psicológica el 14 de marzo de 2025, nueve meses antes de ser asesinada por su propio nieto en su vivienda ubicada en la Villa 9 de Junio, en Managua.

El 4 de diciembre de 2025 la tragedia llegó a la vida de la abuela de 74 años. Su nieto, Oswaldo de Jesús Martínez Oviedo, de 24 años, la golpeó y luego la estranguló hasta matarla. Martínez Oviedo, luego se quitó la vida por ahorcamiento en el patio de la misma casa. 

El hallazgo fue realizado por su hermano Jostin Martínez, al salir de su habitación y notar un silencio inusual en el hogar.

La víctima había denunciado de manera reiterada a su nieto Oswaldo de Jesús por robos, consumo de drogas y agresiones verbales, pero en la Policía del Distrito Siete. La última vez que acudió a la delegación policial fue el 13 de marzo de 2025, porque  su nieto le había robado un celular valorado en 165 dólares. 

Policía ignoró a Petrona Mercedes

En esa ocasión, Petrona Mercedes fue enviada al Instituto de Medicina Legal para una valoración psicológica. Durante su consulta describió que Oswaldo de Jesús era inestable, le gritaba y reincidente en el robo de sus pertenencias.

“Si le digo algo, se enoja conmigo. Siempre me ofende, nunca me ha agredido, pero lo que hace es robarme mis cosas (…) Este hombre todo lo que hace es darme susto, voy a morir antes que él”, dijo durante su valoración Petrona Mercedes. 

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Aunque se determinó que psicológicamente no sufría un daño, la especialista recomendó en ese momento un “seguimiento del caso por autoridades correspondientes”. Además, según consta en el expediente, “por la dinámica familiar” la especialista de Medicina Legal también había recomendado “alejar el agente estresor”, es decir considerar “medidas de protección” para Petrona Mercedes. 

El caso por el robo de celular llegó al Juzgado Octavo Local Penal de Managua, pero ahí el sistema también le falló a Petrona Mercedes por un error formal de la acusación presentada por la Policía, al no detallar los medios de prueba exigidos por la ley.

El 7 de abril de 2025, el juez de la causa decidió declarar “inadmisible” la acusación en contra de Oswaldo de Jesús, acusado por “hurto, estafa o apropiación de menor cantidad”. 

“No cumple con los requisitos formales que exige el artículo 325 del Código Procesal Penal, específicamente en su numeral 3 que establece que la acusación deberá indicar los medios de prueba que sustenten la misma, en consecuencia se declara inadmisible”, se lee en el expediente. 

Aunque la Policía orteguista en materia de Auxilio Judicial es la encargada para investigar las faltas penales y recepcionar las diligencias necesarias para la comprobación de los delitos no lo hizo como se debe en el caso de Petrona Mercedes.  

La “mediación” en casos de violencia 

En 2023, Petrona Mercedes ya había denunciado a su nieto. En esa ocasión las partes fueron llevadas a un proceso de mediación, mecanismo mediante el cual se busca una salida alterna al conflicto penal cuando se trata de delitos menores y que ha sido muy usado por las instituciones del régimen, inclusive en casos de violencia machista.

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Como resultado de esa mediación, se alcanzó un acuerdo voluntario entre Petrona Mercedes y su nieto, cuyo cumplimiento quedó bajo supervisión judicial por un plazo de tres meses. Esta supervisión recaía, en la práctica, sobre el nieto, quien debía cumplir lo pactado a favor de su abuela. 

Sin embargo, la resolución judicial no detalla públicamente cuáles fueron los términos específicos del acuerdo, por lo que no se conoce con exactitud qué obligaciones asumió el acusado.

Una vez vencido el plazo de supervisión, la víctima no solicitó la reanudación del proceso penal, lo que llevó al juzgado a declarar la extinción de la acción penal a favor de Oswaldo Martínez y ordenar el archivo definitivo del expediente en agosto de 2023. 

En Nicaragua, las mujeres que llegan a las Comisarías a denunciar sus situaciones de violencia siguen siendo obligadas a mediar, se les impide ir acompañadas de defensoras y sus casos muy pocas veces son investigados y los agresores sancionados. 

El día del asesinato, la hija de la víctima y madre del homicida, Georgina de los Ángeles Oviedo Guevara, se encontraba trabajando. 

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La Lupa Nicaragua