La artesana indígena y estudiante de diseño de Moda, Virginia Tathum, es una de las artistas que representará a Nicaragua en la Recopilación de Arte de Mujeres Mesoamericanas, que es dirigida por la Coordinadora de Mujeres Líderes Territoriales de Mesoamérica.

«Nunca había participado en un evento así y menos internacional. Me parece lindo poder ser parte de esta recopilación que va a unir diferentes tipos de mujeres indígenas artesanas, desde México hasta Panamá», expresa la joven de 22 años.

La recopilación de arte contará con una reunión de todas las mujeres mesoamericanas seleccionadas, así como una exposición y un conversatorio para hablar sobre sus artesanías.

«Para mí va a ser súper conocer otras mujeres artesanas indígenas de otros países, conocer sus trabajos, sobre ellas, lo que transmiten a través de su arte; y también compartir lo que yo hago con mi trabajo», dice Tathum.

La artista fue seleccionada gracias a dos obras de ella. La primera trata sobre la conexión de la menstruación de las mujeres con la luna. Pues, una de sus creencias ancestrales es que las mujeres están regidas por la luna, y le gustaría que las personas la volvieran a retomar.

«Creo que el cuerpo de la mujer está conectado con el ciclo de la luna y la tierra. Es algo que lamentablemente hemos perdido. No hay nada que trate de recatar esto. Yo estoy fomentando en mi obra hacer un rescate para que las mujeres nos podamos conectar con la luna y la tierra, para conocer nuestro cuerpo y cómo funciona», expresa.

Y la segunda obra representa la presencia de la mujer en la naturaleza. En esta, compara cómo las plantas dan frutos y vida, y cómo las mujeres de manera similar también dan vida cuando dan a luz.

«En miskito «mairin» significa mujer, y madre tierra es «yapti tasba». Así que quiero transmitir la presencia de las mujeres en la naturaleza, que estamos conectadas con todo lo que se mueve en la tierra”, expresa.

Arte para rescatar la cultura

La pasión de Tathum por el arte y su relación con la cultura indígena caribeña, nació cuando tenía 16 años, gracias a su familia. Nacida en Bilwi, hija de madre miskita y padre creol, creció en un ambiente donde el tunu se trabajaba; así que ella siguió la tradición con la  confección de bolsos, lienzos u otras formas de arte.

A medida que mejoraba sus trabajos de tunu, fue mejorando sus diseños, siempre mostrando su cultura, tradiciones y creencias. Por esta razón, se dedica a su creación, para promover su cultura y preservarla.

Pintura realizada por Virginia Tathum. Foto: cortesía.

“Es importante preservar nuestra cultura porque somos un pilar de Nicaragua. Somos unas de las pocas culturas que mantenemos nuestro lenguaje originario y nuestras costumbres, Si lo promovemos vamos a tener la oportunidad de que se siga resistiendo; y si se fomenta el rescate cultural, vamos ayudar a que nuestra lengua y costumbres se sigan preservando”, expresa la artesana.

Desde hace tres años, Tathum vive en Managua y fundó su emprendimiento “Kati raya”, que significa “luna nueva” en miskito. En este emprendimiento vende sus productos de tuno, y también pinturas siempre dedicas a su cultura.

Si bien reconoce que le ha ido bien y la gente de Managua ha tenido buen recibimiento, admite que las personas desconocen sobre la cultura del Caribe y los grupos indígenas que existen.

Traje realizado con tela de tuno. Foto: cortesía.

La artesana señala que las personas solo conocen los lugares turísticos del Caribe, pero no saben nada más sobre esta parte del país.

«El Caribe Norte siempre queda olvidado, los pueblos indígenas de ahí están en el olvido completamente. Por eso es nuestro enfoque de indígenas en Managua, que nos reconozcan y sepan que existimos», señala.

Mujeres indígenas emprenden

Como Tathum, son varias las mujeres indígenas que migran a Managua para encontrar oportunidades laborales, pero no todas consiguen empleo. Así que muchas tienen que emprender negocios.

Debido a esto, Tathum creó con otras 30 mujeres miskitas que viven en Managua, un colectivo que impulsa el liderazgo de las mujeres indígenas migrantes de Nicaragua. El colectivo se llama Movimiento de Mujeres Indígenas Yapti Prana.

Proyecto del Movimiento de Mujeres Indígenas Yapti Prana con el Centro Cultural del España. Foto: cortesía.

En este colectivo se brinda diferentes tipos de apoyo a las mujeres como charlas, acompañamiento psicológico, talleres técnicos para el desarrollo de habilidades, entre otros. Actualmente otro de sus enfoques es el emprendimiento.

“Uno de los programas del colectivo es el emprendedurismo en mujeres indígenas. Hay varias que son artesanas, otras hacen repostería indígena, otras hacen cosméticos indígenas, y así”, expresa.

A partir de septiembre, el colectivo comenzó a hacer ferias donde se van a vender los productos que elaboran estas mujeres, y tienen planeado realizarlas en varios departamentos del Pacífico, al menos una vez al mes. Para que ellas consigan un apoyo económico, y también las personas de estos lugares conozcan la cultura del Caribe.

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La Lupa Nicaragua