Recortes financieros debilitan la lucha contra la trata de personas en América Latina

La lucha contra la trata de personas en América Latina enfrenta una situación grave, debido a la falta de financiamiento que está obligando al cierre de organizaciones claves que brindan atención a víctimas, mientras los riesgos de explotación y violencia aumentan en medio de políticas migratorias cada vez más restrictivas.
“En una encuesta que realizamos desde ONU Mujeres, y que fue respondida por 61 organizaciones de mujeres en seis países de nuestra región, supimos que un 80% ha tenido que reducir su personal, y un 60% ha recortado los servicios que prestaba debido a la disminución de la cooperación internacional. Esto es muy preocupante”, señaló María-Noel Vaeza, directora regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe.
En el marco del Día Mundial contra la Trata de Personas, celebrado cada 30 de julio, se realizó el webinar regional “Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes: avances y retos desde la perspectiva de género”, organizado por ONU Mujeres, donde se advirtió que más del 55% de las organizaciones que trabajaban en prevención y asistencia en el contexto venezolano cerraron parcial o totalmente sus oficinas por falta de fondos, según la Plataforma R4V.
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“Esa financiación ya no está más (…) El 55% de las organizaciones trabajando en trata o tráfico han tenido que cerrar totalmente o parcialmente sus oficinas. Más de la mitad. Y el 72% de la asistencia en protección de víctimas a trata se ha visto afectado por estos recortes en la falta de recursos”, señaló la directora regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe.
“Más allá del aumento en los riesgos —subraya la directora regional—, los recortes en los fondos de cooperación están afectando la respuesta que se están dando en múltiples sectores”.
A ello se suma que, el 72% de los servicios de atención a víctimas de trata también se han visto afectados por los recortes financieros.
La falta de recursos amenaza con desmantelar redes de apoyo que han sido esenciales para brindar refugio, acompañamiento psicosocial, acceso a justicia y rutas de protección, especialmente en contextos de frontera.
“Las organizaciones de mujeres y feministas suelen tener un rol fundamental en el acompañamiento a las víctimas y a las sobrevivientes de trata”, advirtió.
El más reciente Informe Global sobre Trata de Personas 2024 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) confirma que las mujeres y niñas continúan siendo las principales víctimas. En Centroamérica y el Caribe, el 52% de las víctimas detectadas fueron niñas y el 30% mujeres. En América del Sur, el 62% de las víctimas eran mujeres y niñas.
Además, el 62% de los casos están vinculados con fines de explotación sexual, y dentro de este grupo, las víctimas femeninas constituyen casi la totalidad: 56% niñas y 41% mujeres.
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Pese a los avances logrados en países como Colombia, Ecuador y Costa Rica, donde se mejoraron mecanismos de investigación, abordaje judicial y cooperación binacional, las especialistas que participaron el webinar coinciden en que persisten graves vacíos en la prevención y atención diferencial, especialmente hacia mujeres, adolescentes y personas LGBTIQ+.
“Sabemos que existen grandes vacíos en el abordaje de la trata de personas, especialmente, en el reconocimiento que hay una afectación desproporcionada y diferenciada para las mujeres, niñas y personas de toda la diversidad. Y que un abordaje diferencial resulta imprescindible”, señaló Vaeza.
Desde la frontera entre México y Estados Unidos, Gabriella Sánchez, mencionó el impacto de las órdenes ejecutivas estadounidenses que restringen el acceso al asilo. Muchas personas que ya se encontraban en tránsito, incluyendo mujeres con hijos e hijas, quedaron varadas tras la suspensión de citas del sistema CBP One.
A eso se suma la violencia que ejercen las redes criminales, la corrupción, las estafas y las condiciones laborales precarias a las que someten a muchas personas migrantes, sobre todo mujeres.
“Las niñas y las mujeres jóvenes, porque son quienes lo reportan con mayor frecuencia, siguen siendo con mayor frecuencia el blanco de actos de violencia sexual, de de violencia afectiva, de violencia económica”, puntualizó Sánchez.
Durante el webinar se alertó sobre las redes que siguen operando en zonas fronterizas, aprovechando la desesperación, el desamparo institucional y la ausencia de rutas seguras.