Al 22 de mayo de 2025, Nancy Elizabeth Henríquez James, lideresa indígena miskita y presa política del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, lleva 599 días privada de libertad en condiciones degradantes y de alto riesgo, similares a las denunciadas por el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW), que ha expresado su profunda preocupación por la violencia de género, el aislamiento, el hacinamiento y la falta de acceso a atención básica en las cárceles donde se encuentran las mujeres presas políticas en Nicaragua.

En medio de esta situación, Henríquez fue reconocida con el Premio Graciela Fernández Meijide a la Defensa de los Derechos Humanos 2025, galardón otorgado por el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL), que distingue a personas presas por motivos políticos y cuya lucha pacífica en defensa de los derechos humanos permanece invisibilizada por los regímenes autoritarios de la región.

La líder indígena nicaragüense fue arrestada el 1 de octubre de 2023 y condenada a ocho años de prisión en un juicio celebrado dentro del penal “La Esperanza”, oficialmente llamado Establecimiento Penitenciario Integral de Mujeres (EPIM), sin acceso a abogados ni garantías procesales.

Desde entonces —igual que las otras presas políticas—, se encuentra en condiciones alarmantes. 

El CEDAW —órgano de expertos independientes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que supervisa la aplicación de la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer— advirtió sobre las condiciones de “hacinamiento, infraestructura penitenciaria inadecuada, tanto para ellas como para sus hijos o hijas, así como la falta de acceso a agua potable, productos de higiene y atención sanitaria apropiados”. 

El premio otorgado a la líder indígena

El premio hace honor a Graciela Fernández Meijide, una ciudadana argentina nacida en Buenos Aires en 1931, que se dedicó a impartir clases de francés hasta 1976, cuando desapareció su hijo Pablo. Tras la desaparición comenzó a colaborar con la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos. 

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En su tercera edición, correspondiente al año 2025, el premio estuvo dirigido a personas presas por motivos políticos en América Latina cuyos casos no cuentan con gran visibilidad internacional.

Este año, el jurado estuvo compuesto por expertos y defensores de derechos humanos de la región, entre ellos, Rubén Chababo, Norma Morandini, Vicente Palermo, Inés Pousadela y Eduardo Ulibarri. 

El jurado destacó que las personas nominadas, como Nancy, enfrentan la “injusta situación de presidio por la que atraviesan por el solo hecho de defender de manera pacífica los ideales y principios que reglan la vida en democracia”.

“Todas y cada una de las nominaciones recibidas pertenecen a ciudadanos que residen en países caracterizados por espacios cívicos cerrados, en los que los respectivos regímenes autoritarios han conculcado las garantías cívicas más elementales, condenando a sus respectivas sociedades a vivir bajo el dominio del miedo y la represión”, enfatizó el jurado al reconocer a los ganadores del premio. 

¿Quién es Nancy Henríquez?

Henríquez es una reconocida defensora de los derechos de los pueblos indígenas y fundadora. En 1990, terminó sus estudios de secundaria y se propuso estudiar Derecho y Teología.

En 1992 fundó la Asociación de Mujeres Indígenas de la Costa Caribe (AMICA), la primera organización en Nicaragua dedicada a la defensa de los derechos de las mujeres miskitas. 

Dos años después, en 1994 hizo historia al convertirse en la primera mujer alcaldesa de Puerto Cabezas (Bilwi), capital de la Región Autónoma del Caribe Norte, como representante del partido indígena Yatama. 

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A lo largo de los noventa, Henríquez amplió su trabajo más allá de las fronteras de Nicaragua, construyendo alianzas con mujeres indígenas de otros países para fortalecer la defensa colectiva de sus derechos. 

“Ha trabajado toda su vida por la defensa de los derechos de las mujeres indígenas, promoviendo su organización y visibilidad”, destacó Cadal. 

Organizaciones de derechos humanos que siguen de cerca la situación de las personas presas políticas en Nicaragua han señalado que el caso de Nancy Henríquez refleja la doble vulnerabilidad que enfrentan muchas mujeres detenidas, por ser mujeres y por ejercer su derecho a expresarse y organizarse.  

Además de la líder indígena nicaragüense,también fueron reconocidos: el periodista, Carlos Julio Rojas, preso político de Venezuela detenido el 15 de abril 2024, y los cubanos Lizandra Góngora, sentenciada a 14 años de prisión; y Alexander Fábregas, encarcelado en prisión de máxima seguridad. 

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La Lupa Nicaragua