Miembros de la Coalición Nacional y el mismo Partido Liberal Constitucionalista (PLC) informaron que la representación del PLC continúa dentro de la organización, pese a las publicaciones que circularon la noche del cinco de mayo, donde se refería que había ocurrido una ruptura.
«El PLC es una de las siete organizaciones que al día de hoy integran la Mesa Multilateral para la construcción de la Coalición Nacional», escribió el PLC en el inicio de un comunicado que publicó en sus redes sociales.
Los rumores de ruptura, según explicaron a La Lupa algunos miembros de la Coalición, iniciaron por una confusión con el levantamiento que hizo el PLC de la «Mesa Multilateral» durante una reunión, a través de Zoom, donde solo dejó sentada su propuesta y pidió que se le enviaran el documento una vez fuera discutido.
El PLC, en su comunicado, apuntó que el debate con las siete organizaciones en la Mesa Multilateral «no ha sido fácil y no ha estado exento de discusiones». Además, explicó que su propuesta consistía en que en el Consejo Político de la Coalición solo fuera integrado por siete personas, una por cada organización y uno por cada organización nueva que se integre.
«La puesta de las otras seis organizaciones es que el Consejo político Nacional sea integrado por cuatro o tres representantes por cada organización, es decir 28 o 21 personas. Y muy seguramente ese número se va a incrementar a 35, 42, etcétera. Al respecto el PLC considera que esta sobrerepresentación se debe a que ciertas organizaciones aún no han resulto a lo interno el tema de su representación y por tal razón pretender llegar al Consejo Político Nacional con un exceso de representantes», criticó el PLC en su misiva.
Agregando que es «una norma general que el proceso de coordinación de 7 o de 9 personas es más efectivo, eficiente y eficaz que la coordinación de 28 o peor aún de 42 representantes».
Se trabaja por «consenso»
Tamara Dávila, miembro de la Coalición Nacional, apuntó que la propuesta del PLC era un representante por organización, pero el resto de organizaciones «pensamos que una persona no podía tener tal poder, sobretodo la Unidad Nacional Azul y Blanco que es una sombrilla de organizaciones muy diversas por lo que era muy importante tener a más de una persona participando de las reuniones, entonces, ellos nos dijeron que discutiéramos el documento que ellos habían presentado y que cuando concluyéramos la discusión les pasáramos el documento final para que ellos lo revisaran y decidieran qué hacer, pero eso fue el tema del número de participantes».
Dávila consideró que ese pedido de discusión sin su presencia que hizo el PLC «no era lo más acertado», pero resaltó que el grupo político no se ha salido y «siguen opinando».
La también activista y miembro del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco refirió que «hay muchas diferencias a lo interno», pero rescató que «lo salomónico que hemos llegado a acordar que las decisiones se toman por consenso y eso nos obliga a todos a hablar, porque no hay posibilidades de amarres, si eso en tres rondas no se logra consenso, tenes mayoría calificada y cada quien tiene un voto por organización».
Violeta Granera, también integrante de la Unidad Nacional y la Coalición, explicó que al final, en el debate de cuántos podrían integrar el Consejo Político, se estableció por voto de mayoría calificada que fueran tres. «Todo el mundo cedió un poco», comentó Granera.
Granera consideró que «no fue conveniente que pidiera que se les enviara el documento una vez discutido, porque si ya hay un quorum y se toman decisiones pues de nada va a servir que el PLC las revise, entonces, nosotros tenemos la expectativa que ellos entiendan que esto es un poco complicado, pero es otra lógica y son más horizontales y son espacios mayormente respetados».
Por lo que valoró que como organizaciones distintas el éxito se va a hacer lograr cuando haya un acercamiento entre las dos lógicas, tanto de partidos políticos como de las organizaciones de la sociedad civil, para que haya más consenso en la toma de decisiones.
Más lento
Dávila, a su vez, lamentó que a lo interno de la Coalición, según su sentir, «definitivamente hay una fuerza, algunas ocultas y otras no tanto, para que la Coalición no avance».
No obstante, explicó que no puede decir quiénes «específicamente» realizan labor de retardación de los procesos, pero señaló que «definitivamente se han mostrado intenciones para ganar tiempo, para que las discusiones sean más largas, hay esas fuerzas y son visibles».
Granera por su parte no cree que haya posiciones deliberadas «de poner resistencia al avance de la Coalición, pero los debates sí son complicados porque se están planteando visiones, pero a mí no me parece que estas reuniones sean estériles, porque hablando es que se entiende la gente y a medida que esos debates se van dando será más fácil llegar a consenso».
Además, apuntó que lograr fortalecer la Coalición «es una cosa que a todo el país le conviene, porque ningún partido va a poder hacerle frente solo a la dictadura y creo que el que se quiera salir de la Coalición pagaría un costo político alto».
En enero de 2020 fue conformada la Coalición Nacional entre partidos políticos, movimientos campesinos, estudiantiles y privados. No obstante, esta es la primera vez que los grupos políticos refieren su descontento por discusiones que se dan a lo interno de la agrupación que continúa organizándose y esperando la inclusión de otros sectores para combatir a la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.