La Oficina Regional para América Central y República Dominicana (OACNUDH) instó al régimen de Nicaragua a agilizar los procesos migratorios y asegurar el retorno de los nicaragüenses que permanecen varados en Panamá y Guatemala.

Un grupo de 481 nicaragüenses permanecen en un albergue en la provincia de Chiriquí en Panamá fronterizo con Costa Rica y 44 otros conciudadanos están en El Corinto en Guatemala, colindante con Honduras, que en el contexto de la pandemia de coronavirus, ansían regresar a su país.

Muchos de los migrantes nicaragüenses habrían tenido que “dormir a la intemperie” y otras en “situación de hacinamiento y sin medidas sanitarias suficientes, afirmó la OACNUDH.

“La Oficina insta a los Estados de la región a agilizar los procedimientos y la coordinación entre ellos para asegurar el retorno expedito, seguro y digno de las personas, priorizando aquellas en situación de vulnerabilidad como niñas, niños y mujeres embarazadas y adultos mayores, asegurándose de mantener juntos a los miembros de una misma familia”, exhortó esta oficina.

Las condiciones en las que se encuentran los nicaragüenses, entre ellos mujeres embarazadas y menores de edad, podría exacerbar las dificultades de acceso a sus “derechos socio-económicos, en el contexto del COVID-19”, denunció esta oficina.

“Durante la pandemia, la situación de vulnerabilidad de las personas migrantes se ha agravado debido, entre otras razones, a la pérdida de sus trabajos y de medios de vida, esta situación de desesperación les ha empujado a retornar a sus países de origen”, afirma la OACNUDH.

Cumplir acuerdos

El Servicio Nacional de Migración de Panamá confirmó que el pasado martes salió el cuarto grupo de nicaragüenses hacia su país de origen, pero en Chiriquí quedan a la espera de recibir autorización por parte del régimen de Daniel Ortega unos 481 ciudadanos.

La OACNUDH reconoció los esfuerzos conjuntos de las autoridades de Panamá, Costa Rica y Nicaragua para facilitar el retorno de nicaragüenses varados en la provincia de Chiriquí en Panamá.

No obstante, el mismo régimen orteguista se encargó de forma unilateral de incumplir esos acuerdos, porque en conjunto las autoridades habían acordado la movilización de los nicaragüenses cada ocho horas, pero luego decidieron que fuera cada 72 horas.

“Han encontrado restricciones a su movilidad, entre otras razones por el cierre de fronteras internacionales en los países de la región”, señaló la OACNUDH.

Nicaragua, sin embargo, es el único país de la región que no ha cerrado oficialmente sus fronteras.

“La Oficina hace un llamado a los Estados a continuar con el compromiso de responder a las necesidades de los migrantes que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad y de crear un corredor humanitario para la migración segura, así como la emisión de salvoconductos para facilitar el tránsito y retorno voluntario en condiciones de seguridad y dignidad”, demandó la OACNUDH.

La Alta Comisionada, Michelle Bachelet, señaló en una de sus intervenciones que “en virtud del derecho internacional, toda persona tiene derecho a regresar a su país de origen, incluso durante una pandemia”.

“Cuando los migrantes desean regresar voluntariamente a sus hogares, los gobiernos tienen la obligación de recibirlos y de velar por que tengan acceso a la atención sanitaria y a otros derechos”, apuntó Bachelet.

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La Lupa Nicaragua