“El María Elena Cuadra es más que esas paredes, somos nosotras, somos las mujeres pobres de este país. ¡Aquí no hay miedo!”, sentenció Sandra Ramos a los policías que de forma ilegal se tomaron las instalaciones del Movimiento de Mujeres que fundó hace 25 años.
Ramos se presentó a sus oficinas al conocer que varios agentes no permitieron el ingreso de los trabajadores y advirtió que la acción viola el derecho de organización, el trabajo y el de “defender derechos” de las mujeres.
“El María Elena Cuadra no son esas paredes, no son las sillas, no son los escritorios, el María Elena Cuadra es un espíritu de lucha, es un espíritu de defensa de los derechos humanos de las mujeres nicaragüenses y si nos toca estar bajo un palo de mango de nuevo, ahí vamos a estar”, señaló Ramos.
Sin temor alguno Ramos acusó a los uniformados de la Policía sandinista de “violadores de derecho».
“Ellos me andan buscando. ¡Aquí no hay miedo! El que no la debe no la teme, el María Elena Cuadra estaba preparado para esta situación, aquí no hay miedo, aquí no hay qué temblar, aquí venimos basados en nuestros derechos constitucionales (…) Siempre hemos abordado los derechos de los trabajadores, de los desposeídos”, enfatizó Ramos.
Respaldo de organizaciones
En diciembre de 2018, el régimen ordenó el cierre de al menos nueve organizaciones sin fines de lucro, a las que la Asamblea Nacional, de mayoría sandinista, les canceló la personería jurídica, una acción que dejó inconclusos programas que estaban desarrollándose en el país y a más un centenar de personas en el desempleo.
🆕Nos informan que hace unos momentos, gracias a la fuerza y la solidaridad colectivas, la policía se ha retirado de las instalaciones del Movimiento de Mujeres María Elena Cuadra.
📌Desde la IM-Defensoras nos mantendremos vigilantes junto con las defensoras nicaragüenses. https://t.co/VBReAA8bt0— IM-Defensoras (@IM_Defensoras) September 25, 2020
“Lo que ocurrió hoy con el María Elena Cuadra solo nos revive lo ocurrido en diciembre de 2018 cuando cancelaron más de diez organizaciones que trabajan en la defensa de los derechos humanos, desde diferentes temáticos, y que en la actualidad ha tocado estar bregando como defensores, dentro y fuera del país, para denunciar las graves violaciones de derechos humanos que se siguen cometiendo”, señaló Wendy Flores, del Colectivo de Derechos Humanos Nunca Más.
El asesor jurídico de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) Pablo Cuevas argumentó que la acción de asedio y hostigamiento en contra del movimiento fue un acto ilegal.
“Nosotros como organización de derechos humanos estamos sorprendidos ante semejante abuso (…) Este no es el procedimiento que manda la ley, la ley dice que debía haber un juez con una orden sustentada y fundamentada, la Policía no tiene facultades para hacer esto”, mencionó Cuevas.
La Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos advirtió que se mantendrán vigilantes, además que hizo un llamado a la comunidad internacional a solidarizarse con el Movimiento de Mujeres “María Elena Cuadra”.
Según IM-Defensoras la más reciente acción del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo es parte del “hostigamiento” en contra de organizaciones sin fines de lucro.
“Estos hechos de hostigamiento policial al María Elena Cuadra se dan en el actual contexto de estigmatización a grupos y organizaciones feministas por parte del Gobierno, y se han venido agudizando desde la colaboración del MEC en la Alianza Cívica y la participación de representantes de organización en el diálogo nacional”, mencionó IM-Defensoras.
En el colectivo que dirige Ramos laboran aproximadamente unas 30 mujeres y tres hombres que brindan asesoría a los casos que denuncian las mujeres trabajadoras, particularmente de la maquila.
“Y si es porque acuerpamos a las madres de presos políticos, con mucho orgullo las hemos acuerpados, porque son mujeres agredidas por la institución gubernamental que les tienen secuestrados a sus hijos, si ese es un delito, entonces, que me lleven, estoy cometiendo delito, aquí estoy dando la cara y quién dijo miedo, aquí nadie dijo miedo”, puntualizó la defensora de derechos humanos.