Menos del 1% de las mujeres viven en países de alto empoderamiento femenino
El último informe de las Naciones Unidas revela que ningún país ha logrado plenamente la paridad de género y el empoderamiento femenino.
El último informe de las Naciones Unidas revela que ningún país ha logrado plenamente la paridad de género y el empoderamiento femenino.
Menos del uno por ciento de las mujeres, niñas y adolescentes viven en países con niveles altos de empoderamiento femenino y ningún país ha logrado plenamente la paridad de género, revela el último informe de las Naciones Unidas Los caminos hacia la igualdad: índices gemelos sobre el empoderamiento de las mujeres y la igualdad de género.
El informe muestra que sólo en los países de “muy alto desarrollo humano”, las mujeres y niñas logran niveles altos de empoderamiento y de paridad de género.
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Mientras que el 91.3 por ciento del resto del resto de la población femenina, es decir, 3.1 mil millones de mujeres viven en países con niveles bajos o intermedios de empoderamiento y de paridad de género.
Además, solo el 60 por ciento de las mujeres logran alcanzar todo su potencial en dimensiones clave del desarrollo humano como la salud, la educación, la inclusión y la toma de decisiones; a diferencia del 72 por ciento que consiguen los hombres.
Esto significa que la mayoría de mujeres y niñas en todo el mundo tienen grandes restricciones en la toma de decisiones y en el aprovechamiento de oportunidades que les pueden brindar autonomía, poder, desarrollo económico y desarrollo personal, que son elementos importantes para alcanzar la igualdad de género.
«Estos déficits y disparidades de empoderamiento son perjudiciales no sólo para el bienestar y el avance de las mujeres, sino también para el progreso humano», advierte la ONU.
El informe une el Índice de Empoderamiento de las Mujeres (IEM) y el Índice Global de Paridad de Género (IGPG) para conocer los adelantos en el desarrollo humano de las mujeres y las niñas en 114 países y es el primero de su clase.
En sus resultados revela que cuando existen niveles bajos de paridad, los niveles de empoderamiento también se ven afectados, por lo que no es posible que las mujeres aceleren su empoderamiento si las brechas de género no logran ser eliminadas.
“Ningún país ha logrado un alto empoderamiento de las mujeres manteniendo una gran brecha de género. Esto sugiere que un alto empoderamiento de las mujeres no es posible con un desempeño bajo o medio en el logro de la igualdad de género. En otras palabras, para las mujeres y las niñas el empoderamiento seguirá siendo esquivo hasta que las brechas de género sean eliminados”, señala.
Si bien a nivel mundial solo el 60.7 por ciento de las mujeres están lo suficientemente empoderadas para alcanzar su pleno potencial, este dato varía en cada región. En los países de bajo desarrollo humano solo el 43.2% de las mujeres llegan a este punto, mientras que en los países de alto desarrollo humano lo logra el 73.2 por ciento.
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Uno de los elementos esenciales para que las mujeres alcancen un nivel de empoderamiento es que tengan pleno control de su salud sexual y reproductiva, pero solo cinco países de todo el mundo cumplen la demanda de planificación familiar satisfecha con métodos anticonceptivos modernos y acceso a servicios de salud como el aborto.
Por su parte, la educación, el desarrollo de habilidades y el conocimiento «son otra área en la que el potencial de las mujeres está lejos de donde debería de ser a nivel mundial», señala el informe.
Solo en nueve países de 11 analizados, las mujeres tienen una tasa de educación secundaria o superior finalizada, en el resto del mundo el empoderamiento de las mujeres en esta área es menos del 50 por ciento. Solo en los países de desarrollo humano alto, las mujeres logran mayor potencial.
“A pesar del progreso en educación básica, acceso a la educación secundaria o superior sigue estando fuera del alcance de muchas mujeres y chicas”
Con estos datos, la ONU indica que es necesario realizar políticas estatales integrales que incluyen políticas sanitarias para conseguir el acceso universal a la salud sexual y reproductiva, igualdad en la educación, conciliación de la vida laboral y familiar y la participación igualitaria de las mujeres.