La ONG Human Rights Watch (HRW) hizo público un informe en el que documenta y denuncia “graves abusos y malos tratos” a mujeres en las cárceles japonesas y pide reformas para garantizar sus derechos.

El informe “No nos tratan como seres humanos: Abuso de mujeres encarceladas en Japón” recoge entrevistas a 70 personas, incluidas ex-reclusas, una mujer presa y expertos en reformas legales y judiciales, que ofrecen sus testimonios entre 2017 y 2023.

Durante la presentación del estudio en el Foreign Correspondents’ Club of Japan (FCCJ), el responsable del programa para Asia de HRW, Teppei Kasai, manifestó la intención inicial de la ONG de elaborar el documento a partir de testimonios de mujeres encarceladas actualmente. Sin embargo, el Ministerio de Justicia de Japón les denegó el acceso en su momento.

Human Rights Watch denuncia los graves abusos

La ONG denuncia, a raíz de su investigación, que las políticas gubernamentales hacia las mujeres en prisiones japonesas incumplen las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos.

La abogada Ayuko Takatoh apuntó durante la presentación del informe que aunque las condiciones carcelarias en Japón no están mejorando ni para mujeres ni para hombres, existen “particularidades de género”.

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Entre los testimonios de las mujeres reportados por HRW figuran abusos verbales por parte del personal penitenciario, el impedimento a las reclusas de un acceso adecuado a servicios básicos y sanitarios, la aplicación “arbitraria” al régimen de aislamiento y cómo son atadas durante los partos.  Algunas mujeres han asegurado que “sabían que se les recetaban fármacos”, pero “no tenían acceso a conocer las dosis que les estaban siendo administradas”.

Human Rights Watch explica que, en 2014, la entonces ministra de Justicia, Yoko Kamikawa, había ordenado que todas las cárceles dejaran de utilizar medios de inmovilización en las salas de parto, pero años después se dieron casos de mujeres esposadas a la hora de dar a luz.

Más mujeres mayores en la cárcel

HRW también advierte que cada vez hay más mujeres mayores en prisión por delitos no violentos y avisa su preocupación ante el acoso a personas de la tercera edad en las cárceles.

“Una compañera de celda me echó agua hirviendo en un pie y me lo dejó enrojecido e hinchado, ni siquiera podía usar calcetines. Los guardias dijeron que estaba así porque no había ido al baño correctamente y nunca llamaron a los médicos”, cuenta la ex-reclusa de 70 años Takako J.

En 2021 en Japón, el 88% de las mujeres mayores de 65 años fueron acusadas de robo, principalmente por hurtos menores.

Urge mejorar las condiciones de las mujeres presas

Teppei Kasai considera urgente mejorar las condiciones carcelarias de las reclusas y defiende que “muchas de ellas no deberían haber sido castigadas con prisión”.

“En lugar de depender del encarcelamiento para abordar el crimen, Japón debería considerar alternativas mientras avanza para despenalizar las violaciones simples relacionadas con las drogas”, asegura Kasai.

HRW denuncia la dependencia al encarcelamiento en Japón y lamenta la falta de opciones ante penas alternativas ante hurtos menores.

La organización explica que el Código Penal sí permite a fiscales suspender penas de prisión por motivos como la edad, la salud o la situación familiar del encarcelado. Sin embargo, “rara vez invocan esta ley” y “sólo a 11 mujeres encarceladas se les suspendieron las sentencias en los últimos cinco años”.

HRW insta al gobierno japonés a implementar “urgentemente” medidas para reducir el número de mujeres encarceladas mediante métodos de sentencia alternativos.

EFE
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