La abogada y defensora de derechos humanos, Ana Eveling Orozo tiene años representando a mujeres de diferentes estratos económicos en la defensa del derecho a una pensión alimenticia para niños, niñas y adolescentes en Nicaragua, por lo que podríamos decir que conoce a la bestia desde sus entrañas, tanto que en esta entrevista para La Lupa nos comenta sobre las fallas en la ley, los obstáculos del sistema de justicia y brinda algunas recomendaciones para las mujeres que demandarán este derecho.

La Lupa: ¿Cuál es la situación actual en la que se encuentra Nicaragua en derecho de familia?

AEveling: En Nicaragua con la actual crisis política y económica que vivimos realmente no están funcionando. En la actualidad, organizaciones no gubernamentales de mujeres feministas que defendieron los derechos de las mujeres  antes de 2018, que aseguraban atención jurídica para las mujeres a costo muy bajo han desaparecido, han sido cerradas, perseguidas por lo que en la actualidad no existe ningún organismo que pueda dar acompañamiento en la demanda de su derecho de familia, y en cuanto a las situaciones de violencia de género. En la situación actual en la que se encuentra en Nicaragua el Derecho de Familia diríamos que ha decrecido. Basta ver, por ejemplo las cifras que presenta la misma Corte Suprema de Justicia (CSJ) en su anuario 2019 – 2020 hay un decrecimiento de las cifras de demanda, es decir cada vez hay menos posibilidades de que las mujeres puedan atender la justicia en materia de Derecho de Familia.

 

La Lupa: ¿Eso significa que las mujeres están ejerciendo menos el derecho a demandar una pensión alimenticia para sus hijos e hijas?

AEveling: Por supuesto, las mujeres están haciendo menos demanda, en tanto en este país se ha vivido toda una crisis de violencia institucional, por el régimen que está desgobernando de manera tal que, las mujeres tienen temor de acudir a reclamar sus derechos; tienen menos posibilidades económicas. Los acompañamientos que puedan tener de la Defensoría Pública, no acuden porque no hay confianza en el trabajo de las y los defensores públicos.

 

Esta ruta de acceso a este derecho se definió en el Código de Familia, que ha sido celebrado por esta dictadura, pero ¿es realmente un avance en materia de familia?

AEveling: El Código de Familia realmente tiene un aspecto positivo, pero también hay aspectos negativos. El Código de Familia lo compone un documento que recoge los contenidos de las leyes que ya existían en materia de familia, que eran leyes que estaban divididas en: una ley de alimentos, una ley para el divorcio unilateral, es decir para todos los procesos y demanda que tenían que ver con Derecho de Familia. El legislador lo que hizo fue reunir en un solo Código toda la legislación en Derecho de Familia, y decía que hay aspectos positivos, pero yo creo que hay más aspectos negativos en cuanto a esta legislación en materia de derecho de familia.

 

La Lupa: ¿Cuáles serían esos aspectos negativos del Código de Familia?

AEveling: Muchos derechos de las mujeres se han visto más bien afectados. Hay varias contradicciones en el Código de Familia que tienen que ver con los derechos reproductivos; con la penalización absoluta del aborto; el reconocer derechos al no nacido; el permitir o normalizar los embarazos en adolescentes cuando se le otorga una capacidad jurídica; el negar derechos a personas de la diversidad sexual al solo reconocer la familia nuclear. Todos sabemos que en Nicaragua, la mayoría de las familias, en un buen porcentaje 35% – 40% son familias extendidas formadas por los abuelos, nietos, primas, sobrinos y que además con problemas de vivienda, sin embargo la prioridad está con una mirada conservadora en el sentido que la familia es para esos fines reproductivos. Son cosas que no se avanzó en el Código de Familia porque simplemente no se escuchó a las organizaciones que en el ámbito de la sociedad civil que teníamos experiencia. Los legisladores en todo caso consultaron con personas, dicen ellos de la sociedad civil, pero que realmente no responden a las necesidades de la población en general de manera tal que este Código de Familia que tiene una serie de contradicciones de no reconocimiento de derechos, incluso contracciones con el Código de la Niñez y Adolescencia.

 

La Lupa: Y cuando hablamos en materia de demandas de alimentos que son las más recurrentes en Nicaragua ¿hay avances?

AEveling: No sé si puedo reconocer que sea un avance las tasas que se impusieron en el Código de Familia, es decir si una persona con un salario X va a proporcionar a los hijos o hijas solamente el 35% de sus ingresos y a él le queda el 65% eso no es justo. Se esperaría porque el Código de Familia dice que “en partes iguales ambos padres van aportar”, y entonces esperaría que la mujer aportará el otro 35% para que ese niño o niña tendrían un techo del 70% si hacemos la sumatoria.

Estamos hablando de un 70% con el aporte que establece la ley, pero yo diría que todos sabemos que en el caso de las mujeres realmente no aportamos eso, aportamos mucho más porque nadie contabiliza el trabajo del cuidado, la crianza, de cuánto cuesta desvelarse como enfermera, educadora, doméstica, eso tiene un costo económico.  Yo recomiendo que las mujeres deben sacar esa cuenta porque cuesta cocinar, hacer de enfermera, maestra, psicóloga, farmacéutica, médica.

En el caso de un solo hijo o hija que establece el 25% y el padre sobrevive con el 75% es decir ¿tienen más gasto esa persona que un niño o niña? ¿Qué tan justo es lo que realmente establecen las tasas? En el caso de más de tres hijos o hijas se llega hasta un máximo del 50% de los ingresos o sea, él va a vivir con 50% y si tiene seis, ocho hijos o hijas van a vivir solo con el otro 50%, mientras una sola persona, el padre vive con 50% y los hijos son ocho eso es injusto. Anteriormente, en lo personal como profesional del derecho, logré pensiones del 50% para una hija de los ingresos del padre, por eso decía que tan justas son esas tasas que se establecieron, yo pienso que en muchos aspectos en este Código de Familia no hay un avance.

Lo positivo, relativamente, son los tiempo para los procesos antes de la existencia del Código de Familia podríamos tener proceso que podrían llevar dos a tres años para que dictarán sentencia ahora se establece que deberían tener un proceso de tres meses. Aunque, el tiempo que establece la ley tampoco es real porque hay muchas reprogramaciones siempre se alargan los procesos que provocan que el judicial no dicte sentencia en el tiempo que establece la ley.

 

La Lupa: Además de esta situación desigual en el Código de Familia ¿qué otros obstáculos enfrentan las mujeres al demandar una pensión alimenticia?  

AEveling: Las mujeres carecen de información, es decir sabemos que las leyes son de obligatorio cumplimiento para todas y todos, pero eso implica una difusión del contenido de la legislación. Aquí debería haber educación jurídica desde los colegios, la primaria, la universidad. Uno de los obstáculos tiene que ver con conocer información y tener acceso a esta información.

Otro de los obstáculos consideramos son económicos. Las mujeres están demandando una pensión alimenticia para sus hijos e hijas porque evidentemente no pueden, además es un derecho, pero muchas mujeres no trabajan fuera de su casa, se dedican al trabajo de los cuidados, el trabajo informal o empleos con bajos salarios. En esta sociedad hay desigualdad salarial entre hombres y mujeres y las mujeres tienen menos ingresos. Ellas enfrentan obstáculos económicos para solventar un proceso, que en este Código de Familia se obliga a tener un representante legal. El proceso tiene un costo, la fotocopia que tienen que sacar de todos los documentos que obliga la ley, que son cuatro fotocopias de cada documento, eso tiene un costo. Todo esto lleva a que las mujeres no puedan contar con recursos económicos de manera fácil para solventar todo esos gastos. Aunque me dirán que la Defensoría Pública puede representar a las mujeres, no necesitan pagar al abogado. Sin embargo hemos tenido conocimiento y es vox populi que muchas mujeres se quejan de la mala atención en la Defensoría Pública. Hay lentitud para impulsar los procesos; hay falta de interés en el funcionario para alegar lo que las mujeres demandan; no hay un apropiamiento de lo que las mujeres requieren, es decir a veces no les dan la información suficiente a las mujeres para que ellas puedan reclamar otro derechos.

El gasto que requiere un proceso es grande y el hecho de las constantes reprogramaciones en los juzgados implica un gasto extra para las mujeres. Ellas quieren estar presente en la audiencia y muchas veces se reprograma una, 2,3,4 veces de manera que implica gasto para las mujeres, permisos para las que laboran fuera de su casa. Es un obstáculo y lo extenuante que para las mujeres constituye estar yendo.

 

La Lupa: ¿Qué cambios habría que aplicar en el sistema para que las mujeres frente a estos obstáculos no desistan?

AEveling: Recordemos que los juzgados de familia antes no existían, empezaron a existir cuando se empezó hablar del nuevo Código de Familia. En el caso de Managua empezaron con dos atendiendo. A la fecha y si no me equivoco son como 14 juzgados en Managua; 14 juzgados nuevos solo de materia de familia, eso implicaría que estos procesos fueran expeditos realmente si se cumpliera exactamente con los términos que establece la ley. Esto debería de ser rápido, esto no debería de tardar ni tres meses porque se establece lo que requiere la demanda, las pruebas que se presentan. Los tres meses es demasiado tiempo para que se dicte sentencia. No debería haber realmente una retardación de justicia, deberían de cumplir si hay una programación de audiencia, cumplir con esa programación de audiencia. Muchas veces las mujeres van incluso con su niñas o niños al equipo interdisciplinario, cuando necesitan que las atienda la psicóloga, ese tipo de cosas debería ser expedito, si se cumplieran los termino esto caminaría mejor y la sentencia se establecerían de forma más rápida, sin desgastar a las mujeres, sin causarles daños económicos, sin el desgaste del tiempo perdido en el permiso de trabajo. Si el sistema al menos cumpliera con lo que dice la legislación esto mejoraría. Y son jueces que tienen maestría en Derecho de Familia, el problema es qué anteojos se aplica, es quién se pone en los zapatos de las mujeres, de esos niños y esas niñas que requieren y demandan una alimentación.

 

La Lupa: ¿Cuál es la responsabilidad de la sociedad frente a esta demanda de alimentos?

AEveling: De protección a los niños y las niñas, adolescente y los derechos de las mujeres. Muchas veces me he encontrado con situaciones que queremos presentar testigos, sin embargo muchas veces las personas se niegan. Eso también hay que enfrentarlo como sociedad. Las mujeres debemos ser solidaria con otras mujeres, si yo te puedo acompañar, si yo te puedo ayudar, yo te puedo meter la mano para empujar este asunto porque no hacerlo. Ese papel de la sociedad, que si nosotras conocemos lo que dice la ley porque no le brindamos información a esa mujer, porqué no le decimos mira existe esto, puedes recurrir acá, puedes hacer esto, lo otro. Recomendar, dar información para que en todo caso haga lo que corresponde. Como sociedad tenemos nuestra responsabilidad de no mirar a otro lado.

No decir: ay esa mujer es una duda que no busca como el hombre le de; el hombre anda con otra mujer muchas veces por ejemplo, y la abuela te dice: “no andes de tonta pidiéndole a ese hombre”, pero se trata de un problema de derecho de los hijos e hijas, tienen derecho a una vivienda digna, educación, recreación, salud, una vida digna.

 

La Lupa: ¿Qué consejo le da a las mujeres que están en este proceso?

AEveling: Las mujeres no deben desistir, no deben dejar estos procesos. Tenemos que pensar que no es un asunto de “yo puedo mantener a mis hijos y a mis hijas, para eso trabajo”, “me sacrifico por mis hijos o hijas” porque eso es lo que nos han vendido nosotros las sacrificadas que tenemos que arar el cielo y la tierra para que los chavalos y las chavalas puedan comer; ese es el papel que nos han vendido a nosotras para que seamos buena mujer en tanto no sacrificamos, pero no es un asunto de ese sacrificio, de esa imagen de la mujer, es un asunto de derechos.

Los derechos los tienen los hijos y las hijas, y en tanto tenemos derechos y deberes y obligaciones y eso está establecido los deberes y las obligaciones por ley, es decir todo hombre que tiene un hijo o una hija tienen obligación de mantenerlo. Esa es su obligación y es el derecho del niño, de la niña, eso es un asunto de derechos. Esta sociedad tiene que educarse verdaderamente en materia de derecho, es un derecho humano.

Yo llamo a las mujeres que a pesar de los obstáculos que se enfrentan en el sistema; a pesar de las deficiencias que hay en el sistema; a pesar de los incumplimientos que hay en el sistema de justicia que exijamos los derechos de nuestros hijos e hijas.

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