La Asociación Madres de Abril (AMA) cumplió dos años desde su conformación y el camino no ha sido fácil en este periodo, afirma Emilia Yang Rapaccioli, directora del Museo de la Memoria contra la Impunidad y miembro de esta organización que está conformada por madres y familiares de las vícitimas de la masacre perpetrada por el régimen Ortega – Murillo en 2018.

En esta entrevista con La Lupa, Yang Rapaccioli informó que para conmemorar estos dos años de búsqueda incansable de justicia harán un relanzamiento, pero en el idioma inglés, del sitio web del Museo. Mientras «las madres no se rinden» y «exigen justicia».

¿Qué han significado estos dos últimos años para la Asociación Madres de Abril?

Como sabes es una organización conformada por madres y familiares de las víctimas, al perder seres humanos cercanos a vos, el dolor fue increíble al comienzo y se ha mantenido, pero logramos como acompañarnos y como colectivizar ese dolor; como abrazarnos juntas y también al legado de todos estos familiares que lo que querían era protestar cívicamente.

Yo siento como que, nacimos desde la indignación como dice la declaración, pero logramos armarnos de coraje y yo creo que eso hay que resaltarlo que, a pesar que somos víctimas que estamos de pie y seguimos luchando, no somos esas víctimas que están solo llorando escondidas en sus casas.

Ha sido súper difícil porque en diferentes momentos a diferentes personas las han asediado; les han hecho pintas en sus casas; ha sido una lucha súper difícil, pero nosotras hemos dicho que no vamos a dejar de luchar. Parte de esta declaratoria, siento yo, es también para moralizar la lucha en contra del régimen y también como para decirle a las organizaciones que existen en Nicaragua que la justicia no se va a negociar y que nosotras tenemos que estar en el centro de los procesos de justicia, de verdad, de reparación y no repetición.

¿Crees que es una herida que va a sanar hasta que logren esa justicia?

Yo pienso que el luto de las familias fue truncado por el hecho de que todo el mundo lo tuvo que vivir bajo represión. Algunas personas hasta tenían paramilitares afuera de las casas en las velas como que la comunidad y las redes que son necesarias para vos procesar algo tan traumático no pudieron estar presentes por miedo.

Eso creó que acarreáramos ese luto y también la falta de justicia está como atravesado, la falta de justicia en ese duelo. Si hubiera justicia, yo creo que también podríamos sentirnos un poquito menos indignados y como un poco más tranquilos.

El hecho que hayan querido manchar la memoria de nuestros familiares y también no permitirnos llorarlos, y no permitir que ni siquiera como que en los espacios públicos se pudiera poner una flor o una cruz, creo que ha hecho que nosotras nos indignemos más y también no hemos logrado procesar todo lo que significa que el Estado mate a tu familiar por la falta de justicia y por el hecho que ni siquiera ha habido procesos legales.

Sabemos que sucedió, pero no sabemos quiénes lo hicieron, sabemos que los ejecutores, los responsables de dar las órdenes fueron Daniel y Rosario, pero el resto de los ejecutores directos, algunas de las familias saben, pero no ha habido como un reconocimiento y esa es una de las cosas que el Museo está empujando tan fuerte de que haya un reconocimiento a estos hechos.

¿Crees que la justicia la encontrarán solo a nivel internacional?

Hay diferentes estrategias, vamos a seguir todas las vías y los caminos. Existen los diferentes sistemas, el Sistema Interamericano, la Corte Internacional Penal, la estrategia de AMA va a ser tocar todas las puertas y también cuando haya en el momento un cambio de gobierno presionarlos para que ratifiquen el Estatuto de Roma y haya una fiscalía especial y haya procesos.

Yo quisiera que haya tanto justicia internacional como justicia nacional para que quede ese conocimiento a nivel local de que se llevaron los procesos de justicia y que sean imparciales también porque está tan viciado el proceso de justicia de Nicaragua que ahorita no hay ningún tipo de proceso.

Es para que se ese conocimiento se quede en Nicaragua y para que nunca más las instituciones se vuelvan a voltear en contra de los ciudadanos.

¿En esa búsqueda de justicia qué puertas han tocado como AMA?

La estrategia de justicia no la hacemos publica por ser un tema sensible, pero nosotros estamos acompañados por los organismos de derechos humanos de Nicaragua, el Cenidh y la CPDH y estamos acompañados por el GIEI, como instancia internacional y nos estamos asesorando con diferentes organizaciones y ellos nos apoyan en esa búsqueda de la justicia y también para nosotros imaginarnos cómo podría ser una justicia transicional en Nicaragua.

¿Crees que hay posibilidad de que el pueblo vuelva a levantarse cívicamente tomando en cuenta la cantidad de leyes que el régimen quiere aprobar?

Nosotros pensamos que, nosotras estamos levantadas, como que nosotras nunca nos hemos ido a esconder ni ir para atrás. Realmente nosotras estamos haciendo nuestro esfuerzo para decir no tenemos miedo y estar presente, también como que las organizaciones políticas tienen que hacer eso y esa es una de las cosas que estamos diciendo.

¿Cómo ves el rol que está jugando la oposición en el país? Ustedes las llamaron a deponer viejas prácticas de caudillo…

Nosotras les hemos dicho que queremos que exista una gran unidad alrededor, en contra de la impunidad, que es lo que nos compete, construir un acuerdo de nación donde no haya impunidad y obviamente ellos están teniendo sus problemas y todo, pero ellos se tienen que consolidar como oposición y construir los principios básicos de la unidad para buscar la salida de la dictadura.

Nosotras no queremos más pactos ni más impunidad y quién sea tiene que dejar eso claro.

Hay que pensar que mucha gente está resistiendo anónimamente, que no necesariamente está en ese circuito del poder político y que esa es la resistencia que se debe afianzar.

¿Los miembros de AMA que permanecen en el país son asediados, hostigados?

Es terrible, las familias no pueden ir a los cementerios a poner flores, es una locura, el gobierno no nos da ni siquiera la posibilidad de ir a conmemorar a nuestros familiares, entonces si queremos hacer una misa no se puede, porque hay hostigamiento y hay asedio.

Ellos saben cuándo hay aniversario de cualquiera de los chavalos ahí están enfrente de su casa y alrededor de las iglesias. Es insólito y muy duro para las familias que están desgastadas, hay familias que tienen problemas físicos, de salud de tanto estrés, de tanto hostigamiento, es súper fuerte.

¿Cómo sueñan a la Nicaragua del futuro?

Estamos luchando por ese país en el que también nuestros familiares soñaron que era un país con libertad, con justicia, con democracia, donde se respeten los derechos de todos los nicaragüenses y se tome a las mujeres dentro de la política, en un país donde las víctimas sean parte del país para que esos procesos sean reales y justos.

Un país con los pilares de la justicia transicional con justicia, con reparación integral, con memoria y no repetición.

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