TELEGRAMA con Mildred Largaespada, periodista y bloguera nicaragüense, experta en estudios sobre la comunicación social. Vive en España, desde donde monitorea la situación de Nicaragua y el comportamiento de los medios de comunicación.
¿Has visto los canales del régimen Ortega-Murillo?
Mildred Largaespada: Continúo observando los canales del régimen que transmiten programas on line. Estoy centrada en la observación de la comunicación por vía digital, no en la que produce Ortega por vía analógica. Y con los contenidos que emiten y publican hago análisis de contenido interpretando desde la Comunicación Social y Política.
¿Notás que han cambiado su discurso? Ya no hay terroristas, ni golpe de Estado. Ahora hablan de paz y perdón. ¿A qué se debe?
ML: Ese cambio está relacionado con la imagen que querían dar para el inicio del diálogo con la Alianza Cívica. Quisieron mostrarse menos agresivos porque sabían que les estaban observando más actores internacionales.
En sus programas y portales de noticias ya no tienen en agenda los temas duros contra las personas que quieren democracia en Nicaragua, y que los llaman “terroristas”. Pero los usuarios orteguistas en redes sociales sí continuaron con el discurso duro llamando “puchitos”, terroristas”, burlándose grotescamente de las y los participantes de la Alianza Cívica.
El cambio que notás ha sido cosmético, no ha sido un cambio genuino. No sería raro que un día vuelva Ortega a hablar de satánicos. Y lo que sí ha continuado es la idea de que la rebelión es un golpe de estado, que es el análisis que les sirve para ilegalizar toda manifestación de protesta.
Tampoco hay noticias de la ‘gestión pública’ sino anuncios de ferias, parques, bailongos, etc. ¿Qué pretende el régimen?
ML: No aparecen noticias de la gestión pública porque no hay casi gestión pública, el gobierno está casi paralizado debido a la situación política. Observo que insisten en tres áreas: salud, turismo y economía.
Quieren instalar un discurso para mejorar la imagen de la Ministra de Salud, que ha sido señalada de ejercer una gestión inhumana. El tema económico lo abordan para hacer parecer que la actividad de los mercados está normal. Y la insistencia en los temas turísticos es porque hay un gran daño en ese sector, la gente no acude debido a la inseguridad, y muchos negocios turísticos son propiedad de la familia en el gobierno y de sus allegados.
Convierten en noticias lo que en realidad son anuncios publicitarios para que la gente acuda a los sitios. Y el enfoque que ofrecen es para que se vea que hay mucha gente en las ferias queriendo dar la imagen de que todavía hay gente que les apoya, que acuden a sus llamados.
Noto que también hay una mayor publicación de noticias de la policía orteguista mostrándola como una policía humanitaria. ¿Quieren recuperar la confianza de la población?
ML: Ese ha sido un cambio notable en su agenda informativa. Sí hay una intención de mostrar a la policía en actividades de servicio, ayudando a la gente. Ha sido un golpe muy duro para la policía el distorsionar la imagen, ahora convertida en un actor represor y sanguinario.
Se ganaron esa imagen a pulso. Ortega les sacrificó. La gente les teme. La imagen actual de la policía se funde con la de los paramilitares. Las tropas están heridas en su imagen diaria. Tendrán que empeñarse mucho para que a la sociedad nicaragüense se le olvide que las tropas policiales atacaron a gente indefensa.
Hasta han retomado los colores vandálicos azul y blanco. ¿Tienen la batalla perdida?
ML: Continúa perdida la batalla por la opinión pública por parte de Ortega. Pensaron que poniendo a trabajar a todos sus simpatizantes podrían mejorar el discurso a favor de Ortega. Pero no he notado esa mejoría.
Están aumentando en usuarios con perfil en las redes sociales que difunden el discurso orteguista, pero como el relato es distorsionado no lo acepta la gente, que ha sido testigo directo de la represión. Observo el contenido en las redes sociales y no levantan la imagen del gobierno.
Ahora me llegan reportes del norte en donde en algunos pueblos los simpatizantes de Ortega invitan a la gente a ver los noticieros, y piden que suban el volumen de la tv. Pero eso no va a cambiar nada porque el problema de la comunicación pública de Ortega es que perdió credibilidad porque mintió y ocultó información. Cuando deje de mentir y ocultar información recuperará la credibilidad.
Quieren vestir de azul y blanco porque esos colores son los de la bandera nacional y ha sido usada por la gente que se autoconvoca. El régimen mismo se encargó de promocionarse con variados colores y los institucionalizó de la mano de Rosario Murillo e invirtió millones en eso. Ahora tendrá que invertir millones para desdecirse de aquellos colores y recuperar el azul y blanco.
No creo que consigan recuperar esos colores para ellos. Ya se quedaron del lado democrático. La opinión pública ya los reconoce del lado de la gente autoconvocada. Se abraza a la bandera nacional para que les proteja de la represión orteguista.
¿Es posible que este discurso cale en la ciudadanía cuando en las calles la represión no cesa?
ML: La opinión pública es un fenómeno muy interesante: es la gente la que decidirá eso. La gente le quitó la credibilidad a Ortega, la gente podría volver a creerle.
Por ejemplo, Ortega podría comprar (literalmente, con dinero) esa credibilidad, ya no que le crean que no dirigió la represión porque hay pruebas contundentes que la dirigió, pero sí que alguna gente se calle.
Durante estos 10 años en el gobierno hubo muchas señales antidemocráticas pero Ortega compró el silencio de la gente. Ese fenómeno podría repetirse. Lo que pasa es que ahora ya no tiene tanto dinero. Y si sale del poder ya no podrá ofrecer trabajos a cambio de silencio.
Hay muchos casos en el mundo en los que la opinión pública termina creyendo ideas falsas, o distorsionadas porque obtiene una recompensa material o simbólica. Aquí entran los medios de comunicación, las y los periodistas que son quienes consiguen establecer la veracidad de las noticias.
Los medios de comunicación de Ortega se convirtieron en propagandistas de su discurso y se fueron al hoyo con él. Por eso Ortega atacó a los periodistas independientes creyendo que amenazándoles podría difundir mejor su relato, sin ruido. Ese periodismo independiente que ha conservado su credibilidad es el que la gente necesita para no perderse en los vericuetos que Ortega propone.
Entran en juego también las manifestaciones públicas, por ejemplo una marcha se convierte en un gran medio de comunicación que demuestra el descontento. Por eso las prohíbe, porque cada marcha es un gran grito de la veracidad de la represión. Las silencia.
Aunque algo está claro, podría silenciar a muchos, pero la verdad es muy verdadera: Ortega se mantiene en el poder porque tiene las armas y porque las usa contra la gente indefensa.
Maryorit Guevara
Periodista Feminista
Fundadora y directora de www.lalupa.press
Fundadora y presidenta del Movimiento de Mujeres Migrantes (España)
Fundadora y activista en @elblogdetumadre