A eso de las once de la mañana de este jueves, 04 de junio, el doctor Carlos Quant fue abordado en la oficina en el área de epidemiología del Hospital Roberto Calderón, por un abogado de apellido Centeno, quien dijo ser enviado del Sistema Local de Atención Integral en Salud (SILAIS-Managua), que le presentó su carta de despido y prácticamente lo presionó para que abandonara las instalaciones del Hospital.
La carta de despido, fechada el 03 de junio y firmada por la responsable de recursos humanos del Hospital Roberto Calderón, Alicia Martínez, informa al infectólogo Carlos Quant que su despido era efectivo, supuestamente, por cometer la falta grave de «abandono» laboral.
«Usted no se presenta a su puesto de trabajo desde el 22 al 29 de mayo del 2020 inclusive, abandonado el trabajo, incurriendo con ello en falta muy grave, que ocasionó en perjuicio a los ciudadanos y a este Hospital, por tal razón, a partir de este momento procedo a dar por terminado su contrato de trabajo, en el cargo de infectólogo, que ha venido desempeñando en este hospital», reza parte de la carta de despido que el abogado intentó, primeramente, que Quant firmara sin leer.
«Un abogado que se identificó como parte del SILAIS, de apellido Centeno, me llevó mi carta… me convidó a que firmara y yo le dije que me dejara leerla y como yo llamé a mi abogado y me rehusé a firmarla, entonces, lo que hizo fue hacer un acta de notificación donde dice que se me entregó, pero que me negué a firmar, pero todo el tiempo me estuvo presionando para que saliera de las instalaciones, obviamente, eso me disgustó porque me estaba casi sacando como si fuera un delincuente, entonces, algunos colegas mediaron y me retiré, pero no hubo agresión física», detalló Quant.
Falsas acusaciones
El doctor Quant además explicó que se rehusó a firmar la carta porque lo señalan de «abandono» laboral y esto «no es cierto… solo fue un pretexto para despedirme».
Sin embargo, el señalamiento de abandono laboral no es todo. El infectólogo es acusado en una misiva, fechado al 20 de mayo, enviada a Martha Reyes por un supuesto «colectivo de comunidades diversas de Nicaragua» de maltratar «en reiteradas ocasiones» a personas de la comunidad LGTBIQ con VIH.
Estas acusaciones de supuesto maltrato, aunque ni siquiera son mencionadas en la carta de despido de Quant, según el especialista, también son falsas, pues no estaba encargado de esa área desde hace unos tres años.
«Eso de la acusación de maltrato tampoco es cierto, incluso estoy desligado de la Clínica de VIH desde hace tres años. En el año 2002 cuando asumí formalmente el cargo, pero ya con el cambio de Gobierno me fueron quitando algunas funciones, pero nada fue formal con una carta, pero me fueron como desplazando y prácticamente solo me quedé con la atención de pacientes en el área de hospitalización y en el servicio de infectología, entonces, yo ya no tenía ningún vínculo con la Clínica del VIH, ya son otras personas las que están tratando a ese tipo de pacientes, es falso, yo no he maltratado a nadie. Es más debo decir que soy uno de los desarrolladores de la Clínica de atención a personas con VIH porque no existía ninguna en el país», detalló Quant.
El infectólogo se ha convertido en uno de los más críticos de la estrategia implementada por el Sistema de Salud de Nicaragua frente a la pandemia del COVID-19, por lo que su despido es interpretado como una represalia más del régimen de Daniel Ortega. Durante la crisis de 2018 por lo menos unos 400 trabajadores de la salud fueron despedidos como represalia, según reportes de la Unidad Médica Nicaragüense.
Quant forma parte del Comité Científico Multidisciplinario que ha señalado el mal manejo de la pandemia de COVID-19 en Nicaragua por parte del régimen Ortega-Murillo.