Funides realizó un estudio en el que evidenció los difíciles momentos que enfrentan las pequeñas y medianas empresas de este sector, fuertemente golpeadas por la crisis económica.

Hasta 2017 el turismo era una de las actividades económicas con mayor dinamismo en Nicaragua, generando US$840 millones en divisas, y al filo de la cifra histórica de los US$1,000 millones en 2018, sin embargo en los dos últimos años enfrenta sus episodios más oscuros, afectando a las pequeñas y medianas empresas, que al primer semestre de este lustro registran una caída en sus ventas de 51.1%.

Ese es el panorama que esboza el estudio Situación de las Pymes Turísticas, elaborado por la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), en el que analiza el comportamiento del turismo en 2018 y mide el impacto que ha tenido la crisis en una actividad movida en gran medida por  las pequeñas y medianas empresas. “Los negocios siguen resistiendo la crisis, pero se han hecho más pequeños”, dice un economista del centro de pensamiento.

Funides revela que, principalmente, el incremento en el costo de la energía y  el pago de impuestos están afectando a las pequeñas y medianas empresas. Además, las pymes encuestadas señalan como otros problemas el aumento en el aporte al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), pago de aranceles al Instituto Nicaragüense de Turismo (Intur) y las retenciones del Impuesto al Valor Agregado (IVA).

“El 54.5% de los negocios encuestados explica que sus ventas en el primer semestre de 2019 fueron menores en comparación al primer semestre de 2018. Para el segundo semestre de 2019 se espera que las ventas hayan aumentado en promedio 36.1% en comparación con el primer semestre de 2019”, dicen los resultados del estudio elaborado por Funides para la Cámara Nacional de Turismo de Nicaragua (Canatur).

Las principales conclusiones a las que llega Funides es que los negocios turísticos enfrentan los mismos problemas estructurales, pero que se han agudizado; que están atendiendo a más turistas nacionales que extranjeros; que tiene menos ventas en comparación con los niveles de 2017. Además de la inestabilidad sociopolítica, la inseguridad ciudadana y de propiedad se ha sumado a las factores que están afectando a las pymes.

DEUDAS Y ADAPTACIÓN

En su intento por sobrevivir a la crisis económica que se enrumba a su tercer año consecutivo, los negocios turísticos están utilizando múltiples estrategias para adaptarse al contexto actual, dice Funides. Entre ellas mencionan ofrecer promociones o descuentos, reducir los costos, los horarios de atención, utilizar ahorros y atraer turistas nacionales.

Por otro lado, del total de empresas entrevistadas, el 12.8% solicitó crédito a las instituciones financieras del país para cubrir gastos operativos y diversificar el negocio, mientras que un 87.2% prefirió no hacerlo porque consideraron no tener la necesidad o porque no pueden asumir nuevas deudas.

“El 56.4%  de los negocios han hecho acuerdo de pagos para hacer frente a las obligaciones, el 39.7 reestructuró las deudas y el 20.7 vendió bienes”, añade el economista de Funides a cargo del estudio, que contempló 350 encuestas entre septiembre y octubre de 2019, en Matagalpa, León, Catarina, Granda, Tola y San Juan del Sur, las principales plazas turísticas del país. 

Finalmente, pese al adverso panorama económico, el 66.5% de los negocios turísticos espera continuar operando, mientras que el 21.8% confía en incrementar operaciones. Para ello consideran que deben mejorarse los niveles de seguridad ciudadana, promocionar al sector a nivel internacional y promocionarse más en el mercado nacional.

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