Asesinan a colaboradora de la Federación Nicaragüense de Atletismo

Anielka del Carmen Mayorquín Espinoza, de 33 años, se convirtió en otra víctima de femicidio en Nicaragua. Su cuerpo, con 18 estocadas en el cuello, tórax y abdomen fue encontrado en la vivienda que habitaba en el barrio Jonathan González, del Distrito Uno de la capital.
El principal sospechoso del crimen es su expareja, Sergio Antonio Olivares Pérez. De acuerdo con testigos, Olivares llegó a la vivienda de la víctima con la intención de reconciliarse.
Según versión preliminar, ante la negativa de Anielka el hombre la atacó con un arma blanca, provocando al menos 18 heridas en distintas partes de su cuerpo. La joven murió en el lugar, sin que vecinos pudieran auxiliarla.
La víctima vivía junto a su padre, quien se encontraba fuera de casa por motivos de trabajo al momento del crimen. Su madre, radicada en Panamá, alertó a familiares en Managua al no lograr comunicarse con su hija.
Al llegar a la vivienda, el jueves 16 de octubre por la noche, los parientes encontraron la escena del asesinato y notificaron a la Policía orteguista.
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Mayorquín Espinoza trabajaba como administradora en la Federación Nicaragüense de Atletismo del Instituto Nicaragüense de Deportes (IND). Era conocida por su profesionalismo y por su trato respetuoso en el entorno laboral. La institución lamentó su muerte y expresó su solidaridad con la familia.
“Anielka del Carmen Espinoza será recordada no solo por su impecable labor administrativa, sino también por su inquebrantable espíritu y amor por el deporte”, señaló la Federación.
Horas después del hecho, Sergio Antonio Olivares Pérez se entregó a la Policía orteguista y confesó ser el responsable. El Ministerio Público prepara la acusación por el delito de femicidio, sancionado con penas de hasta cadena perpetua según el Código Penal nicaragüense.
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El crimen generó indignación entre vecinos, familiares y organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres, que denuncian la persistencia de la violencia de género en el país.
Colectivos feministas señalaron que el caso de Anielka evidencia la falta de políticas efectivas de prevención y protección para mujeres en riesgo.
Seguimos en alerta roja por tantas mujeres asesinadas con saña, la violencia machista mata y por eso exigimos acciones preventivas, de atención, sanción y resarcimiento para las víctimas y sus familiares. ¡Justicia para Anielka!
El caso de esta mujer de 33 años es un ejemplo más de cómo el Estado no garantiza mecanismos de alerta temprana ni medidas de resguardo. Muchas mujeres denuncian amenazas o agresiones y no reciben acompañamiento adecuado.
Vecinos del sector realizaron una vigilia en memoria de Anielka, colocando velas y flores frente a su vivienda. También exigieron justicia y acciones concretas para que ningún otro caso de violencia contra las mujeres quede impune.