Más de 800 ciudadanos se han convertido en rehenes de la dictadura Ortega-Murillo, que pretende utilizarlos como monedas de cambios en favor de su núcleo apreciado que habita en El Carmen.
En una Nicaragua bajo dictadura hacer periodismo es un riesgo para nuestra libertad y vida, por eso nosotras informamos desde el exilio sin siquiera firmar nuestros artículos. Pero también es un riesgo para nuestras fuentes por lo que desde el anonimato, las protegemos. A pesar de este contexto de censura, la equipa de La Lupa no informa sin corroborar, todas nuestras publicaciones han sido previamente contrastadas.