Las calles de las principales ciudades del mundo se llenaron de manifestaciones con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la mujer, la violación de los derechos humanos más extendida a nivel global que, según Naciones Unidas, afecta a una de cada tres mujeres en el mundo.

A las reivindicaciones de estas marchas se unieron los mensajes de mandatarios, instituciones y organizaciones sociales que abogaron por aunar esfuerzos para lograr un futuro en igualdad, en el que las mujeres puedan vivir libres y sin miedo.

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Así lo hizo el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien, en una declaración institucional calificó de «abominable abuso de los derechos humanos» la violencia que hoy en día siguen sufriendo miles de mujeres y niñas en el mundo.

Europa, lejos de reflejar la realidad

La violencia contra las mujeres y niñas continúa siendo uno de los delitos más impunes también en Europa y un obstáculo para el avance de los derechos de la mujer, según denuncian organizaciones internacionales y grupos de mujeres, por eso, este 25N, los europeos también alzaron la voz.

La Unión Europea (UE) calcula que el 22% de las mujeres ha sufrido violencia física o sexual por parte de sus parejas, y que el 43% ha padecido violencia psicológica. Estos datos, si bien son altos, son de 2014 y no reflejan toda la realidad, ya que la mayoría de los casos no son denunciados.

Desde hace una década no hay encuestas a nivel europeo que permitan dibujar un panorama más aproximado de la violencia con la que lidian muchas mujeres en su vida diaria.

Además, cada país de la UE tiene su propia legislación en la materia, por lo que los delitos recogidos bajo el paraguas de la violencia de género varían entre unos y otros, lo que complica su comparación y cuantificación.

En España, por ejemplo, el número de asesinatos machistas este 2023 ya asciende a 52. Según el Área de Violencia de Género del Ministerio del Interior, estos crímenes han incrementado en el país en un 29% desde que comenzaron a registrarse datos en 2003.

Para denunciar estas cifras, el feminismo español salió a la calle, pero dividido, demostrando una vez más sus diferencias, en dos marchas que se llevaron a cabo en distinto horario, y a las que acudieron representantes del Gobierno.

Latinoamérica: violencia con rostro de niña y mujer profesional

En Latinoamérica, una de las regiones del mundo con los índices más altos de femicidios, las mujeres también se hicieron escuchar.

Centenares de venezolanos, ataviados con atuendos que simulaban alas de mariposas, marcharon en Caracas y recorrieron cerca de 2,3 kilómetro bajo la consigna «Mujer: vida y libertad».

La marcha estuvo encabezada por activistas del feminismo, organizaciones no gubernamentales y partidos políticos contrarios al Gobierno, quienes exigieron al Estado «igualdad plena» y el fin de la violencia contra las mujeres en el país caribeño, donde, según datos de la ONG Utopix, se registra un feminicidio cada 43 horas.

Las cifras también son muy elevadas en Colombia, donde al menos 410 mujeres fueron víctimas de femicidios entre enero y septiembre pasados, un promedio de 52 casos mensuales, según advirtió la Procuraduría General de la Nación (Ministerio Público).

Según el informe de la Procuraduría colombiana, que también recoge cifras del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, entre enero y septiembre hubo al menos 36,626 casos de violencia intrafamiliar contra mujeres, de los cuales 27,327 fueron por violencia de pareja.

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Perú va a cerrar también 2023 con más femicidios que en 2022, en un año en que la discriminación contra la mujer ha tenido rostro de niña por los sonados casos de abusos sexuales de menores, según recuerdan las organizaciones feministas en la fecha que se pide el fin de la violencia contra las mujeres.

En Guatemala, cientos de mujeres recorrieron las principales calles de su capital para exigir justicia por miles de víctimas de violencia y libertad para aquellas que están bajo persecución política.

Por su parte, un centenar de activistas hicieron sonar una campana que llevaron hasta el Umbral del Milenio, monumento ubicado en la entrada de Ciudad Juárez, en el norteño estado mexicano de Chihuahua, una de las más violentas para las mujeres.

Dijeron que en lo que va del año ya se supera el promedio de 100 femicidios con 135, mientras que se han denunciado más de 500 violaciones y más de 500 abusos sexuales y 5,800 denuncias de violencia doméstica contra las mujeres.

Ecuador registró 277 femicidios entre el 1 de enero y el pasado 15 de noviembre, según la Asociación Latinoamericana para el Desarrollo Alternativo (Aldea).

Elizabeth Otavalo, madre de María Belén Bernal, quien fue asesinada por su esposo cuando lo fue a visitar en un recinto policial, fue una de los cientos de personas que protestaron y que exigieron «verdad, justicia, reparación y no repetición».

Las activistas por los derechos de las mujeres en Bolivia lucieron pañuelos y distintivos morados que se fusionaron con varias banderas de Palestina, además exhibieron en pancartas las cifras de los feminicidios en Bolivia y los rostros de algunos agresores.

En Bolivia, en lo que va del año, se han cometido 74 feminicidios, mientras que los procesos judiciales por violencia contra las mujeres suman 42,634, de los que 32,118 corresponden a hechos de violencia intrafamiliar, según la Fiscalía.

Representantes de organizaciones sociales, campesinas y feministas exigieron este sábado justicia y condenaron toda forma de violencia -como la estatal, digital y física- hacia las mujeres en Paraguay, donde en lo que va corrido del año se contabilizan 38 femicidios, atribuidos principalmente a parejas o exparejas de las víctimas.

EFE
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